Washington, 2 abr (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, calificó este martes de "indignante" la decisión del Tribunal Supremo de Florida que ha provocado la reactivación de una prohibición a abortar a partir de las seis semanas que implementó el gobernador Ron de Santis.
"Es indignante. Las prohibiciones de Florida –así como las propuestas de funcionarios republicanos electos en todo el país– están poniendo en riesgo la salud y la vida de millones de mujeres", apuntó Biden en un comunicado.
El lunes, la Corte Suprema de Florida decidió mantener la actual prohibición del aborto de 15 semanas en Florida y con su decisión reactivó una prohibición del aborto de seis semanas -cuando la mayoría de las mujeres no sabe que está embarazada- aprobada por los legisladores de Florida el año pasado.
Esta norma de las seis semanas impulsada por el gobernador Ron de Santis estaba suspendida, a la espera de que la Corte Suprema tomara una decisión sobre las quince semanas, y ahora entrará en vigor dentro de 30 días.
"Estas leyes extremas quitan a las mujeres la libertad de tomar sus propias decisiones sobre atención médica y amenazan a los médicos con penas de cárcel simplemente por brindar la atención médica para la que fueron capacitados", agregó Biden.
El Supremo de Florida decidió además que el tema del aborto esté en las papeletas electorales del 5 de noviembre, por lo que los ciudadanos decidirán en las urnas si quieren consagrar las protecciones del aborto en la constitución del estado.
"La vicepresidenta Harris y yo apoyamos a la gran mayoría de los estadounidenses que apoyan el derecho de la mujer a elegir, incluso en Florida, donde los votantes tendrán la oportunidad de hacer oír sus voces en apoyo de una iniciativa electoral sobre libertad reproductiva este noviembre", apuntó el mandatario.
Su Gobierno, agregó, seguirá firme en el compromiso de proteger la libertad reproductiva en todo el país y continuará pidiendo al Congreso que apruebe una ley que restablezca las protecciones de Roe v. Wade -la sentencia que protegía el aborto a nivel federal y que fue tumbada por el Tribunal Supremo en 2022- en todos los estados.
En otro comunicado de prensa, la vicepresidenta Kamala Harris afirmó que la decisión de Florida supone que millones de mujeres "probablemente vivirán en una realidad aún más cruel en la que tendrán que elegir entre poner sus vidas en riesgo o viajar cientos o miles de millas para recibir atención".
"Los médicos seguirán siendo amenazados con procesos penales por hacer su trabajo, y es posible que a las mujeres se les prohíba recibir la atención médica que necesitan en caso de violación o incesto", añadió.
Harris acusó al expresidente Donald Trump de haber creado esta crisis y de no tener planes de detenerla.
"Para Donald Trump, no es suficiente que más de 1 de cada 3 mujeres en edad reproductiva en Estados Unidos viva en un estado con prohibición. No basta con que millones de mujeres en Estados Unidos tengan menos derechos que sus madres y abuelas", afirmó.
El futuro candidato del Partido Republicano para las elecciones de noviembre a la Casa Blanca ha manifestado recientemente su aparente apoyo a prohibir el aborto después de las 15 semanas de embarazo, aunque con excepciones.
Desde que en junio de 2022 el Tribunal Supremo de EE.UU. anuló el falló de 1973 que legalizaba de facto el aborto en todo el país, este se ha vuelto el principal asunto que ha dividido a demócratas y republicanos en las urnas.
"Si Donald Trump se sale con la suya, destruirá la atención del aborto en todos los estados del país, y tiene planes para hacerlo. El presidente Biden y yo haremos todo lo que esté a nuestro alcance para detenerlo y restaurar la libertad reproductiva de las mujeres", declaró Harris, que en las últimas semanas ha llevado a cabo una gira por el país sobre los derechos reproductivos.
El aborto está llamado a ser uno de los principales temas de campaña para los demócratas. De hecho, la campaña Biden-Harris 2024 lanzó este martes un nuevo anuncio titulado "Confianza", en el que acusan a Donald Trump se jactarse de revocar Roe v. Wade y de conspirar para prohibir el aborto en todo el país si es reelegido.