Alausí (Ecuador), 25 mar (EFE).- Un año después de que 75 personas murieran por un alud en Alausí, esta población de los Andes de Ecuador se levanta poco a poco con el esfuerzo de sus habitantes, que continúan viviendo bajo el peligro de nuevos deslizamientos de tierra mientras esperan que se concrete la ayuda oficial para la reconstrucción.
La noche del 26 de marzo de 2023, miles de toneladas de tierra sepultaron a más de medio centenar de casas. A los organismos de socorro les tomó cerca de tres meses rescatar los cuerpos en medio del dolor y angustia de familiares y vecinos, que se sumaron a la labor.
Ahora, en la zona del alud, algunas hierbas han comenzado a cubrir la tierra que se tragó parte de la población. "Con maquinarias nuestras hemos hecho alguna estabilización para la protección del margen de las viviendas que quedaron (a salvo)", comentó a EFE el alcalde de Alausí, Remigio Roldán.
Sin respuesta "concreta por parte del Estado" -dijo-, Alausí se alió con universidades y con organizaciones no gubernamentales "para solucionar diferentes problemas que dejó el deslizamiento", como la destrucción de un sistema de conducción de agua que alimentaba a 8.000 habitantes.
"Gracias a la Unión Europea (UE) estamos recibiendo el financiamiento de cerca de dos millones de dólares para el nuevo sistema de captación, conducción y repotenciación de la planta de tratamiento de agua potable para los 8.000 habitantes", informó Roldán.
El alcalde destacó el esfuerzo de los habitantes para rehabilitar una importante vía, que une el sur con el centro de la región andina de Ecuador, donde abrieron una trocha por la mitad de la 'zona cero' a pico y pala. Además, requieren unos 18 millones de dólares para estabilizar el talud de todo el perímetro del deslizamiento.
"No podemos dejar que se quede tal como está. En la parte alta del derrumbe tenemos dos comunidades que no tienen sistema de alcantarillado, tenemos pozos sépticos todavía, aún el problema sigue latente", apuntó.
Por ello, en febrero pasado aprovecharon la visita de un grupo de diplomáticos de países europeos, encabezados por el embajador de la UE, Charles-Michel Geurts, para exponer la situación, pues los representantes visitaron la provincia del Chimborazo -de la que es parte Alausí- para analizar potenciales ayudas en varios sectores.
Geurts destacó la admiración que tienen por Alausí, por su gente, resiliencia y visión de futuro, mientras su homólogo de Francia, Frédéric Desagneaux, mencionó la disposición de la UE para el acompañamiento en el restablecimiento del dinamismo de Alausí.
El alcalde cifró en 75 los fallecidos en el alud y apuntó que no han podido rescatar a nueve "que se quedaron entre los escombros" en la zona en la que vivían 163 familias. Según último reporte oficial de la tragedia, publicado en noviembre por la Secretaría de Gestión de Riesgos, son 65 los fallecidos y 10 los que figuran oficialmente con la condición de "desaparecidos" tras no alcanzar a encontrar sus cuerpos.
Los damnificados llegaron a los 800. "Algunos -dijo Roldán- han tenido que emigrar, algunos están arrendando departamentos, habitaciones, otros están donde los familiares".
Al seguir la zona en riesgo, no han permitido el retorno de los habitantes a las casas que quedaron en pie a orillas del alud: "No queremos perder más vidas. Alertamos que el problema sigue latente, tenemos una parte (en la) que siguen cediendo las grietas".
"Exigimos al Gobierno que dé viviendas", subrayó Roldán al agregar que se ha presupuestado la inversión de 1,5 millones de dólares para la construcción de 57 viviendas y, aunque tienen los terrenos donde realizar las obras, no han avanzado porque cambió el Gobierno, que desde el pasado 23 de noviembre lidera el presidente Daniel Noboa.
Además, al margen del polígono del alud, hay dos escuelas con 800 alumnos, que no pueden volver a sus aulas si no se estabiliza el talud. "Estamos improvisando en otras infraestructuras que estaban abandonadas para que los chicos reciban clases", indicó.
Roldán insistió en que, pese a que en Alausí viven en riesgo, no cuentan con "el apoyo concreto" del Gobierno en vialidad y vivienda. "Tenemos que ajustarnos a vivir en medio de esta realidad, haciendo todo el esfuerzo nuestro, como Gobierno pequeño (alcaldía), como comunidades, como organizaciones", anotó.
Recordó que en una visita a Alausí horas después de ocurrida la tragedia, el entonces presidente Guillermo Lasso (2021-2023), ofreció invertir 8 millones de dólares, pero aún no se concreta "ni un solo centavo en acciones inmediatas".
Se lamentó de que ninguna de las 186 comunidades rurales de Alausí tenga agua potable, alcantarillado o saneamiento, y apuntó que el Estado debe desembolsar el 50 % de anticipo de un contrato para la construcción de un hospital, cuyo costo bordea los 23 millones de dólares, pero tampoco eso avanza.
En enero, la Secretaría de Gestión de Riesgos presentó la hoja de ruta para la recuperación de Alausí, con un presupuesto de 10 millones de dólares financiados principalmente por la cooperación internacional para reconstruir la carretera que conecta con Riobamba, la capital provincial, así como soluciones de vivienda y la entrega de bonos para personas en situación vulnerable, entre otras acciones.
Susana Madera