La Paz, 23 mar (EFE).- La pertenencia indígena es un aspecto determinante que se tomará en cuenta en el censo de población y vivienda, que se desarrolla este sábado en Bolivia, puesto que el porcentaje de esa "autoidentificación" disminuyó en las últimas consultas, a lo que se suma un acelerado proceso de urbanización.
La identificación cultural comenzó a consultarse en el censo de 2001, cuando un 62 % de la población (5,1 millones) dijo pertenecer a un pueblo indígena, mientras que en 2012 esa relación descendió a un 42 % (4,2 millones).
Asimismo, la última encuesta de 2012 reflejó que un 67,5% de la población boliviana es urbana y un 32,5 % rural.
El descenso de la identificación indígena fue un contrasentido al proceso político de entonces, puesto que en 2009 Bolivia puso en vigencia una nueva Constitución que declaró el paso de República a Estado Plurinacional, junto al reconocimiento de 36 naciones indígenas.
La preparación del censo de este año chocó con la polémica sobre la inclusión de la categoría "mestizo" para definir la identificación de la población no indígena, pero que fue descartada dado que ese término no contiene acepción cultural.
El investigador Rafael Loayza dijo a EFE que este censo "va a ratificar si hay o no una tendencia a la baja" de la identificación indígena de la población, tal como mostraron los dos últimos, con más de un millón de personas que dejaron de pertenecer a una nación originaria.
Loayza mencionó que "lo primero que hay que descartar" es que el proceso de urbanización sea la causa de esa reducción, puesto que la ciudad de El Alto, la segunda más poblada, tiene "más del 70 % de identificación étnica" aimara.
El experto dijo que hay varias explicaciones sobre el descenso de la pertenencia indígena, una de estas es que el millón de personas dejó de tener esa relación tuvo un "ascenso social", de la pobreza a la clase media, y puede que esto haya "trastocado sus procesos de integración".
Otra razón puede ser que la pertenencia indígena sufrió un "desgaste" relacionado con lo político, pues esa identificación tiene una correlación con el voto, ya que "8,5 de cada 10 aimaras ha votado por el expresidente Evo Morales (2006-2019) o el presidente Luis Arce", ambos del Movimiento al Socialismo (MAS), entre 2005 y 2020.
Mientras que "8 de cada 10 quechuas" tomó esa misma decisión electoral.
Otra explicación es que en 2012 se cambió la pregunta y se usó la categoría 'indígena-originario-campesino' para describir la pertenencia indígena y que eso no representó a las mayorías culturales urbanizadas.
Loayza sostiene que Bolivia sigue siendo "mayoritariamente" indígena en un 58 %, según un estudio en el que participó.
La directora del privado Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca), Pamela Cartagena, lamentó que antes del censo no se haya dado una campaña sobre "el derecho que tiene la gente a manifestar su autoidentificación indígena".
Cartagena advirtió que la pregunta sobre la pertenencia étnica no viene seguida de la lista de pueblos indígenas reconocidos y que ese "es un error" que puede repercutir en la "invisibilización" de esa identidad.
Otro elemento es que se debe ver más allá de la forma de vida urbana o rural, puesto que muchas personas tienen como "estrategia de vida" la doble o triple residencia, por lo que consideró útil que se haya consultado sobre ese punto, dijo.
"La población rural nunca ha disminuido, las comunidades siguen vivas, las familias siguen trabajando, sigue habiendo agricultura familiar, sino no habría soberanía alimentaria", añadió.
Por su parte, Augusto Yañez, especialista en acción política en Cipca afirmó que aún cuando se conozcan los datos del censo es necesario profundizar en los resultados y evitar que se aplique una "mirada urbana y vertical" cuando se analice la cuestión indígena.
Ambos especialistas también sostienen que Bolivia es un país "mayoritariamente indígena" a pesar de los datos estadísticos.
Para la jornada censal, se reclutaron a 845 mil empadronadores voluntarios, un 215% más que en 2012, además que trabajarán de 545.553 personas encargadas de la organización y de recoger los datos en 5,8 millones de viviendas en el país.
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dijo que los resultados de la encuesta estarán listos a finales de agosto, con lo que luego se trabajará en una nueva asignación de recursos y representación política para las regiones bolivianas.
Gabriel Romano