113-100. Los Nuggets siguen imparables y vencen sin problemas a unos combativos Knicks

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Redacción Deportes (EE.UU.), 21 mar (EFE).- Los Denver Nuggets se impusieron con una excelente actuación este jueves (113-100) a unos combativos Knicks que no pudieron completar su gira por el Oeste con la cuarta victoria consecutiva.

La racha que impresiona es la de Denver, que alcanza 13 victorias en los últimos 15 partidos desde el parón del All-Star, consagrándose como el equipo más en forma y agarrando de nuevo el primer puesto del Oeste.

Los 30 puntos de Nikola Jokic, combinados con 14 rebotes y 11 asistencias supusieron un nuevo triple-doble para el serbio, el número 22 del curso. Sumando además una recuperación que le sitúa cuarto en la clasificación histórica de la franquicia con 799 robos.

Michael Porter Jr suma ya 193 triples en la presente temporada, otro hito histórico, nunca nadie en los Nuggets había hecho una cifra así, y todavía tiene por delante 13 partidos más.

En los Knicks, al margen del habitual Jalen Brunson con 26 puntos y 9 asistencias, brilló el pívot Isaiah Hartenstein, que no se arrugó ante Jokic y terminó con 20 tantos y 8 rebotes.

El choque comenzó muy atractivo, mucho tanteo y más anotación, un intercambio de golpes sin apenas fallo, demostrando el excelente momento por el que atraviesan ambos conjuntos.

Un parcial de 5-0 local encendió a Thibodeau, un triple de Caldwell-Pope y un mate a la carrera de Porter Jr evidenciaron falencias defensivas que el técnico no estaba dispuesto a permitir.

De lo rescatable en los Knicks, Hartenstein con 8 puntos, más de la mitad de su equipo por entonces. El pívot neoyorkino mostró su mejor versión, la que hace que no echen de menos al lesionado Julius Randle.

Subió la intensidad y velocidad de juego, con más posesiones, más puntos y algunos jugadores luciéndose en un escenario favorable para los Nuggets.

La segunda unidad de los Knicks sucumbió ante las rotaciones de Malone, finalizando el primer periodo abajo pero con un último adorno de Brunson casi sobre la bocina para el 32-30.

Hartenstein fue a más, terminando las acciones que podía colgado del aro. Sus compañeros le buscaron con intención y se lanzó hasta 13 puntos y 5 rebotes al descanso.

Con él y una excelente dirección de juego de Brunson, los Knicks se marcharon seis arriba (42-48) a mitad del segundo cuarto.

Pero no hay nada que dos buenos triples no puedan solucionar, y así llegó el primero para Jamal Murray, casi al descanso. Le secundó Porter Jr en la siguiente acción ofensiva para volver a agarrar el mando en el marcador, ellos dos y Jokic se marcharon a vestuarios por encima de los 15 puntos.

La igualdad en el Ball Arena se interpretaba con dos lecturas distintas. Suponía un esfuerzo enorme para los Knicks llegar a dominar, mientras que con un poco de esfuerzo los locales se disparaban. Al descanso, el partido estaba completamente abierto con el 61-56.

Mejoró mucho Denver con la reanudación, pareciéndose más a la versión que están mostrando después del ‘All-Star’ y lograron poner diez puntos de distancia con los Knicks gracias a un triple desde la esquina de Porter Jr.

Jokic logró otro triple-doble a los cuatro minutos del tercer cuarto, el vigésimo segundo de la temporada para el serbio.

Las tres primeras canastas en juego del último periodo para los Knicks fueron tres triples firmados por Alex Burks, Miles McBride y Bojan Bogdanovic. Remaron los de Thibodeau para volver a ponerse a tan solo dos puntos (90-88).

Con 7:45 ambos equipos comenzaban a poner sus mejores cartas sobre la mesa, y en momentos tan ajustados es cuando se requiere de la magia que pocos jugadores pueden mostrar, y uno de ellos es Jamal Murray, que robó un balón y corrió con todo al aro para terminar recibiendo una falta y anotando una canasta circense cayendo al suelo.

Fueron tres puntos al marcador y unos cuantos más contra la moral de los Knicks a siete minutos para el final.

Desde ese momento se comenzó a jugar a lo que quería Murray, lanzando contraataques, dando pases regalados por la espalda, y frustrando a los hombres de camiseta azul, incapaces de detenerle si no era con faltas intencionadas.

Le tomó el relevo Jokic, demostrando que quiere su tercer MVP. Sus 7 puntos en el tramo final de la noche fueron fundamentales para dejar sin opciones a los Knicks.

Nacho García

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