El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha celebrado este jueves la elección de los representantes del Consejo Presidencial de Transición de Haití en medio de una creciente ola de violencia en el país caribeño, que afecta especialmente a su capital, Puerto Príncipe. "El secretario general acoge con satisfacción la información de que todos los actores haitianos han designado representantes en el Consejo Presidencial de Transición. Hace un llamamiento para continuar con este impulso", ha dicho en rueda de prensa el portavoz adjunto, Farhan Haq. Asimismo, ha resaltado que "el rápido despliegue de la fuerza multinacional sigue siendo fundamental para garantizar que las vías política y de seguridad puedan avanzar en paralelo". "La ONU, a través de su oficina en Haití, BINUH, seguirá apoyando al país en sus esfuerzos por restaurar las instituciones democráticas", ha agregado. El mencionado consejo, que ejercerá la autoridad específica de la Presidencia durante la transición, estará compuesto de siete miembros con derecho a voto de varios grupos sociales y dos observadores sin derecho a voto, representados por un miembro de la sociedad civil y uno de la comunidad interreligiosa. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el envío de una fuerza internacional de seguridad a Haití en una decisión calificada de histórica y solicitada por el propio Gobierno haitiano del dimitido primer ministro Ariel Henry. La dimisión del jefe de Gobierno haitiano tuvo lugar tras una reunión de emergencia de la Comunidad del Caribe (Caricom) con delegaciones de otros países como Estados Unidos o Francia en la capital de Jamaica, Kingston, que trataban de buscar una "salida" a la actual crisis política. VIOLENCIA "EXTREMADAMENTE ALARMANTE" La coordinadora humanitaria de Naciones Unidas en Haití, Ulrika Richardson, ha señalado este mismo jueves que la situación en el país ha pasado de ser preocupante a "extremadamente alarmante" a medida que la ola de violencia empeora en Puerto Príncipe. En este sentido, ha detallado que en las últimas semanas se han llevado a cabo "ataques orquestados" contra prisiones, puertos, hospitales e incluso el palacio presidencial, con las pandillas armadas avanzando hacia nuevas áreas de la capital. Richardson ha recordado que un total de 5,5 millones de haitianos necesitan asistencia humanitaria y que hay más de 2.500 personas asesinadas, secuestradas o heridas. Asimismo, ha alertado de que la violencia sexual es "rampante" en estos momentos.