Skopje, 21 marzo (EFE) - El cambio climático está secando los antiguos lagos de Prespa (Prespa Grande y Prespa Pequeño), que comparten Albania, Grecia y Macedonia del Norte, hasta el punto de que corren el riesgo de convertirse en pantanos.
Así lo deja claro un estudio de la Facultad de Ingeniería Civil de Skopje, que llama la atención sobre el hecho de que las montañas que rodean los lagos reciben menos precipitaciones y nieve, por lo que el Prespa carece de aportes frescos de agua dulce.
Con una cuenca que se remonta a casi 5 millones de años, los lagos Prespa se consideran antiguos.
En el estudio, el científico Dejan Trajkovski advierte de que el nivel del agua del lago baja 19 centímetros al año.
En los últimos 60 años, Prespa ha perdido alrededor de un 40 por ciento de su volumen de agua.
"Si esta tendencia continúa, fomentada por el calentamiento global y la irrigación (agrícola), en unos 60 a 80 años la mayor parte del fondo del lago se quedará seco, tendrá un destino similar al del Mar de Aral de Kazajstán", afirma.
El lago se ve afectado también por la interrupción de la conexión hídrica entre el pequeño lago Prespa y el Gran Prespa, así como por la filtración del agua del Prespa, más elevado, al lago Ohrid.
Desde que comenzaron las mediciones, el nivel máximo de agua del Prespa se registró en 1963, con una elevación de 851 sobre el nivel del mar. Desde entonces, el nivel del lago ha ido bajando constantemente.