Bruselas, 20 mar (EFE).- Las grandes aerolíneas de la Unión Europea reclamaron hoy que se acoten las huelgas de controladores aéreos para evitar retrasos, una reforma en profundidad de las rutas e incentivos para la producción de combustibles sostenibles (SAF, por sus siglas en inglés).
"Estamos haciendo cosas reales, no ecopostureo (...). Lo que pedimos es ayuda: necesitamos SAF, necesitamos una reforma del espacio aéreo", declaró el consejero delegado del grupo IAG, matriz de Iberia, Luis Gallego, durante la conferencia anual de la patronal sectorial comunitaria Airlines For Europe (A4E).
Los combustibles sostenibles son una de las escasas opciones para descarbonizar la aviación y la legislación europea exigirá que los aviones carguen al menos un 6 % de esos carburantes en 2030, pero la producción no alcanza, se quejan las aerolíneas.
Gallego aseguró que el grupo IAG compró en 2023 "el 12 % del SAF que había en el mundo".
"Y el 90 % de las inversiones para plantas de SAF es en UE. No tememos plantas en Europa. Queremos tener 10 % de SAF para 2030 y hemos asegurado un tercio" pero "no vemos la construcción de plantas ahora, no sé cómo vamos a llegar", comentó.
Actualmente, el SAF disponible representa el 0,2 % del queroseno que emplean los aviones comerciales, con un precio cinco veces más caro que los carburantes convencionales en el caso del biofuel y hasta diez veces más caros en otros casos, lo que supone una carga adicional dado que el combustible "entre el 20 y 30 % de los costes" operativos de las aerolíneas.
Las diecisiete aerolíneas representadas por A4E invertirán 169.000 millones de euros en nuevos aviones más eficientes hasta 2030, según la patronal sectorial, que asegura que las compañías hacen todo lo posible por contribuir.
La alternativa de "introducir nuevos impuestos (verdes) afectaría desproporcionadamente" a países con un gran sector turístico como Grecia o España, señaló el consejero delegado de TUI, Marco Ciomperlik, quien recordó que "el turismo representa el 9 % del PIB de la Unión Europea".
El suministro de SAF es una de las patas hacia la descarbonización de un sector que genera en torno al 4 % del total de emisiones de CO2, un dato con tendencia alcista porque cada vez hay más vuelos.
El otro gran eje de acción para que las aerolíneas se acerquen a los objetivos climáticos es una reforma del control del tráfico aéreo europeo, una solución que ahorraría un 10 % de emisiones, según las aerolíneas, que llevan décadas reclamando esa transformación.
"Podríamos volar menos pero no queremos. Queremos volar más y de una forma más eficiente", añadió el máximo responsable de IAG.
El Parlamento Europeo y el Consejo de la UE alcanzaron el pasado mes un acuerdo provisional sobre esa reforma, que las aerolíneas juzgan más burocrático que real.
"Es como ponerle pintalabios a un cerdo", dijo el consejero delegado de la aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair, Michael O'Leary.
Según las compañías aéreas, el recelo de los Estados miembros a ceder y unificar competencias en la gestión del tráfico aéreo comunitario y hacer las rutas más eficientes podría haber ahorrado 3,5 millones de toneladas de CO2 en 2023.
"Tiene un impacto en la credibilidad de todos nosotros de que la aviación está haciendo todo lo que puede para descarbonizarse", declaró el consejero delegado de Lufthansa, Carsten Spohr, que lamentó que se emita "un 10 % de CO2 extra por no organizarse en el Cielo Único Europeo".
Por último, y en línea con las reclamaciones que cada año vierten las aerolíneas sobre la política comunitaria, las grandes compañías reclamaron que se acoten las huelgas de controladores aéreos para limitar los retrasos.
Las compañías piden que se establezca un plazo mínimo de preaviso de al menos 21 días para que puedan reorganizar sus vuelos y también que las huelgas en un Estado miembro no afecten a los aviones que sobrevuelan ese país sin tocar tierra.
Señalan que los paros merman la competitividad de las aerolíneas, que necesitan ser rentables en un mercado global donde, fuera de la UE, las exigencias medioambientales son más laxas.