La junta birmana suspende la subasta de la vivienda de Suu Kyi al no haber pujantes

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Bangkok, 20 mar (EFE).- La junta militar birmana canceló este miércoles la subasta de la emblemática residencia de la líder despuesta Aung San Suu Kyi al no presentarse ningún pujante para adquirir la propiedad, con un precio de salida de unos 140 millones de dólares.

Una fuente cercana a los abogados de Suu Kyi, que no puede identificarse por razones de seguridad, indicó a EFE que una funcionaria inició hasta en tres ocasiones la licitación, pero nadie pujó por la propiedad de unos 7.600 metros cuadrados en Rangún, la antigua capital.

El precio de salida era 315.000 millones de kyats, unos 140 millones de dólares según el cambio oficial u 85 millones de dólares de acuerdo con el cambio no oficial en Birmania (Myanmar).

La fuente afirmó que los abogados de las partes deberán fijar el mes que viene un nuevo precio de salida más bajo para realizar otra subasta de la vivienda que ocupó durante tres décadas Suu Kyi, detenida desde el golpe de Estado militar de 2021.

Según las fotos y vídeos de EPA-EFE, la subasta tuvo lugar frente a la puerta de la residencia, situada en el número 54 de la Avenida de la Universidad de Rangún, a la orilla del lago Inya, ante un grupo de funcionarios y periodistas.

"Lo anunciaré tres veces (la subasta). ¿Alguien quiere pujar? ¿Alguien va a pujar? Ya que no hay ningún postor que quiera comprar, se elegirá otro día y el asunto volverá al tribunal", dijo una funcionaria.

El Tribunal Supremo, controlado por la junta militar, ordenó el pasado enero la subasta de la histórica vivienda en un caso que enfrenta a Suu Kyi con su hermano Aung San Oo, que vive en Estados Unidos y lleva pleiteando desde el año 2000 para reclamar la venta de la residencia y poder cobrar su parte.

La icónica vivienda de estilo colonial perteneció al padre de ambos, Aung San, el héroe de la independencia birmana que falleció asesinado en 1947, y su esposa, Khin Kyi, que falleció en 1988.

Suu Kyi ocupó la vivienda desde 1988 cuando viajó a Birmania desde Reino Unido, donde vivía con su marido y dos hijos, a cuidar de su madre enferma y luego se unió al movimiento prodemocrático que le costaría pasar tres lustros bajo arresto domiciliario de forma interrumpida.

La vivienda ha sido escenario de momentos históricos como el saludo de Suu Kyi a los manifestantes durante la Revolución Azafrán en 2007 o cuando fue liberada de su último arresto domiciliario en 2010.

Después, la nobel de la paz recibió allí a mandatarios como el entonces presidente estadounidense, Barack Obama, en 2012, unos años antes de ganar las elecciones de 2015 y asumir el poder al año siguiente en el país.

Suu Kyi, de 78 años, cumple una pena de 27 años de cárcel por una serie de juicios por cargos que ella niega, como la violación de la ley de secretos oficiales y fraude electoral, entre llamamientos de la gran mayoría de la comunidad internacional para que sea liberada junto con el resto de los prisioneros políticos.

Birmania, que se encuentra sumida en espiral de crisis y conflicto desde el golpe, ha estado casi toda su historia desde su independencia en 1948 bajo juntas militares, incluido el periodo entre 1962 y 2011 y desde 2021.

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