Naciones Unidas ha advertido este lunes de que 24 millones de niños hacen frente al riesgo de una "catástrofe generacional" en Sudán a causa de la guerra desatada en abril de 2023 entre el Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), ante el ahondamiento de la grave crisis humanitaria en el país africano y la ausencia de expectativas sobre un acuerdo de paz. El Comité de los Derechos del Niño ha indicado a través de un comunicado que durante el conflicto se han registrado "repetidos ataques contra civiles y objetivos civiles, asesinatos generalizados, también por motivos étnicos, y la muerte de miles de civiles, muchos de los cuales son niños". Asimismo, ha resaltado que "hay informaciones preocupantes sobre violaciones de civiles, incluidos niños, la negativa al acceso humanitario y otras violaciones de los Derechos Humanos", lo que "ha provocado que 24 millones de niños en Sudán están en riesgo de una catástrofe generacional". "Entre estos niños hay catorce millones que necesitan urgentemente ayuda humanitaria, 19 millones que están sin escolarizar y cuatro millones de desplazados, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)", ha señalado, antes de añadir que "las condiciones en las que se encuentran son lamentables". En esta línea, ha recalcado que "ha habido un aumento drástico del número de niños muertos o víctimas de violencia sexual como arma de guerra, en comparación con el año pasado" y ha argumentado que "los niños están en mayor riesgo ante el reclutamiento generalizado de niños, particularmente en Darfur y otras áreas, incluido el este de Sudán". "Las escuelas en todo el país han sido destruidas y al menos 170 campus han sido convertidos en alojamientos de emergencia para desplazados", ha manifestado, antes de abundar en que "dos tercios de la población sudanesa carecen de acceso a los servicios sanitarios después de que entre el 70 y el 80 por ciento de los hospitales hayan cesado sus operaciones por la grave escasez de suministros médicos, incluidas medicinas vitales". Por ello, ha pedido a Sudán que "adopte inmediatamente todas las medidas urgentes y necesarias para poner fin a estas graves violaciones y cumplir sus compromisos bajo la Convención de Derechos del Niño", así como "el fin inmediato del reclutamiento de niños y evitarles el impacto de las operaciones militares de ambas partes". El comité ha reclamado además a Jartum que coopere con la misión de investigación internacional, creada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en octubre de 2023, y que ponga fin a la "impunidad" por los crímenes cometidos contra niños y otros civiles, que permita el acceso de la ayuda humanitaria y avances en el proceso de negociaciones para restaurar la paz. La guerra entre el Ejército sudanés y las RSF estalló en abril de 2023 a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta en 2019 tras el derrocamiento de Omar al Bashir. El conflicto ha dejado más de seis millones de desplazados internos --que se suman a los cerca de tres millones de desplazados previos-- y ha empujado a más de 1,7 millones de personas a cruzar hacia países vecinos.