Por cuarta vez en los últimos cuatro meses ha entrado en erupción un volcán cerca de la ciudad costera de Grindavík, en Islandia, por lo que han tenido que ser evacuadas las 700 personas que se encontraban en la atracción turística Blue Lagoon junto a algunos habitantes de la ciudad. La erupción, que se ha podido ver desde la capital, Reikiavik, por el momento no presenta ningún peligro para las personas y los científicos se encuentran en la labor de intentar obtener una imagen de la situación desde un helicóptero. Los expertos han contado alrededor de 80 terremotos antes de la erupción real y la longitud de la fisura rota es de unos 3,5 kilómetros. Los equipos de rescate se han quejado de los turistas que habían viajado a la región para ver el volcán en erupción. Grindavík se encuentra en la península de Reykjanes, a unos 55 kilómetros al suroeste de Reikiavik. Desde mediados de diciembre se han producido cuatro erupciones volcánicas en la península, una de ellas en enero, que afectó a tres casas en las estribaciones septentrionales de la comunidad de 4.000 personas. El futuro de la comunidad es incierto, pero por el momento el Gobierno ha presentado un proyecto de ley que permitiría a los residentes vender sus casas a una empresa estatal.