Yakarta, 13 mar (EFE).- Indígenas y comunidades locales en Indonesia denunciaron este miércoles que están siendo presionados para abandonar sus tierras por la construcción de la nueva capital indonesia, Nusantara, en un área donde se estima que viven unas 20.000 personas.
En un comunicado, la Coalición de la Sociedad Civil (KMS, siglas en indonesio) de Kalimantan Oriental, en la parte indonesia de la isla de Borneo, indicó que algunos vecinos en la zona recibieron cartas en las que se les ordenada abandonar sus tierras en siete días, aunque después las autoridades dijeron que habían retirado las órdenes.
La KMS calificó las órdenes de "abusivas" y denunció que la intención de desalojo forzado de las comunidades indígenas y locales recuerdan a los abusos bajo el dictador Suharto (1967-1998) e incluso durante la era colonial bajo los holandeses.
"Los intentos de demolición de edificios y las coacciones a los indígenas y comunidades locales a abandonar sus tierras ancestrales es una violación a su derecho a la vida y un espacio para vivir", manifestó la ONG.
Herdiansyah Hamzah, profesor de Derecho de la Universidad de Mulawarman en Kalimantan Oriental, indicó que unas 200 personas recibieron las cartas de desalojo el pasado 4 de marzo, aunque las autoridades dieron marcha atrás.
"El quid de la cuestión es que las peticiones de desalojo de los residentes de sus propias tierras, la demolición de sus hogares es solo cuestión de tiempo", lamentó Hamzah.
Según la Alianza de los Pueblos Indígenas de Nusantara (AMAN, en sus siglas en indonesio), al menos 20.000 personas tendrán que ser desplazadas para la construcción de la nueva capital en la provincia de Kalimantan Oriental, en el sureste de Borneo.
Residentes en las tierras donde se está construyendo la nueva capital de Indonesia, Nusantara, denunciaron este miércoles que están siendo presionados por las autoridades para desalojar sus terrenos.
El Gobierno de Indonesia anunció en abril de 2019 el plan para trasladar la capital administrativa de Yakarta, en la isla de Java, y eligió dos distritos de la parte oriental de la isla de Borneo, pese a las preocupaciones medioambientales vinculadas a la deforestación y la contaminación de la zona.
Yakarta, que se encuentra en un 40 % por debajo del nivel del mar, se hunde cerca de 7,5 centímetros de media al año, según las estimaciones oficiales, uno de los ritmos más rápidos del planeta, y sufre por ello de frecuentes inundaciones, embotellamientos y polución.
La todavía capital indonesia tiene una población de unos diez millones de personas, habiendo sobrepasado su rápido crecimiento a la adaptación de sus infraestructuras básicas.
Se estima que el desarrollo de Nusantara costará alrededor de 34.000 millones de dólares a Indonesia y está previsto que se inaugure este año, aunque su construcción no culminará hasta el 2045.