Países Bajos afronta su pasado en un Museo Nacional del Holocausto ocho décadas después

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Ámsterdam, 9 mar (EFE).- Plantage, el barrio que una vez acogió a judíos que esperaban su deportación de Ámsterdam, alberga ahora el nuevo Museo Nacional del Holocausto, un centro que contará, ocho décadas después de ese genocidio, la historia de la persecución judía, pero que se inaugurará inevitablemente empañado por la guerra israelí en Gaza.

La ceremonia de inauguración será este domingo y el museo abre al público el lunes, aunque antes se ha presentado a los medios, pero ¿cómo es posible que no existiera este museo en un país que perdió a 102.000 judíos a manos de los nazis en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)?

"Ha pasado mucho tiempo, pero este es un momento particular: muchos supervivientes del Holocausto están lentamente dejándonos. Sentimos que, cuando ya no estén con nosotros, tenemos que intervenir y contar su historia. En Países Bajos hay muchos museos pequeños que retratan y presentan parte de la historia de la guerra, pero ninguno presenta la totalidad de la persecución de los judíos, en su contexto completo”, señala a EFE Annemiek Gringold, conservadora del museo.

Solo el 25 % de los judíos neerlandeses sobrevivieron al Holocausto, y volvieron a Países Bajos para encontrarse “que apenas había atención a lo que habían vivido” y el país al que regresaron “era más antisemita que antes de la guerra, y no estaba dispuesto a escuchar o conmemorar a las víctimas judías, hasta finales de los noventa”, explica Gringold.

"Fue difícil para la sociedad neerlandesa lidiar con esta historia tan confrontadora y también fue difícil para los judíos que regresaban compartir sus experiencias en una sociedad que no estaba dispuesta a escuchar", lamenta.

Este museo busca poner eso de relieve. Está situado en Plantage Middenlaan, barrio judío de Ámsterdam, y está delante del Hollandsche Schouwburg, un teatro ocupado en 1941 por los nazis y convertido en centro de deportación a los campos de tránsito neerlandeses de Vught y Westerbork. Desde este edificio fueron deportadas 46.106 personas.

Al lado hay una antigua guardería designada como lugar de acogida de niños judíos que iban a ser deportados. La resistencia logró salvar a unos 600 niños sacándolos clandestinamente a través del patio. Diez fotografías en tamaño real representan en el patio del museo a nueve niños y a la directora de la guardería, Henriëtte Pimentel.

En el corredor de la antigua Escuela de Formación de Maestros, al lado de la guardería y por donde sacaban a esos pequeños, se reflejan relatos de quienes sobrevivieron. Levi Hagenaar, que tenía 9 años, aseguró: "Me esperaba un hombre que dijo: mantén la calma. Vamos a salir y si en el camino alguien pregunta, hablo yo”.

El museo cuenta, a través de 2.500 objetos, incluidos muñecas, prendas, botones, fotografías, películas, maquetas, grabaciones sonoras o documentos, la vida judía antes de la guerra, la persecución, y la liberación, dando rostro a las víctimas.

La pinacoteca consta de tres plantas. En la más baja se expone, por ejemplo, una cuna que acomodó a bebés sacados de la guardería. Del segundo piso destaca una fotografía impactante de Sieg Maandag, un niño de seis años que camina junto a cadáveres desnudos tirados en el camino, el 20 de abril de 1945, tras la liberación del campo de concentración de Bergen-Belsen.

También se relata el ascenso de los nazis y la fuga de judíos alemanes hacia Países Bajos, lo que viene explicado con decretos nazis con medidas que, mediante la cooperación de funcionarios neerlandeses, oprimieron a los judíos. En una vitrina gigante, se expone el archivo del Consejo Judío con 160.000 tarjetas con datos personales de todos los judíos neerlandeses.

El presidente israelí, Isaac Herzog, y el austríaco, Alexander Van der Bellen, acudirán a la inauguración, junto al primer ministro neerlandés, Mark Rutte, y el rey Guillermo Alejandro de los Países Bajos.

La presencia de Herzog causa polémica por sus comentarios sobre la ofensiva israelí en Gaza, en los que aseguró que "una nación entera es responsable" del ataque del grupo islamista Hamás del 7 de octubre.

Estas declaraciones fueron parte de los argumentos con los que Sudáfrica basó su acusación a Israel por genocidio en Gaza, ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

“Su recepción por parte del rey es una bofetada para los palestinos que tienen que observar impotentes cómo Israel mata a sus seres queridos y destruye su tierra”, lamentó The Rights Forum, centro de conocimientos sobre Israel y Palestina. Grupos propalestinos han llamado a manifestarse en la inauguración.

Pero una de las frases que destaca el museo en sus paredes afirma, precisamente: “Ahora que sabes (lo ocurrido), no olvides, que no te sea indiferente”.

Imane Rachidi

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