Milan gana la etapa y arrebata el liderato a Ayuso

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Roma, 7 mar (EFE).- El italiano Jonatan Milan (Lidl-Trek) se impuso al esprint, con una impresionante cabalgada en los metros finales a golpe de riñón, en la cuarta etapa de la Tirreno Adriático para colocarse líder de la general, arrebatando así, por 4 segundos, la 'Maglia Azzurra' al español Juan Ayuso (UAE).

Ayuso cede, al menos de momento, su puesto de privilegio. Tuvo que llegar Milan (23 años) en la cuarta etapa para, gracias a los 10 segundos de bonificación por ganar, hacer frente a la perla española -que sufrió un pinchazo- con un esprint final que le dio una ajustada victoria sobre el belga Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck) y el neozelandés Corbin Strong (Israel-Premier-Tech) tras 4 horas y 56 segundos de fatigosa batalla.

Tuvieron que esforzarse los velocistas para llegar a tiempo a la 'volata'.

Esta cuarta etapa de la "carrera de los dos mares", un recorrido entre Arrone (Umbría) y Giulianova (Abruzos), de 207km y hasta 2.600 metros de desnivel, estuvo a punto de dejar el primer éxito de una fuga que se volvió a iniciar en los primeros kilómetros, pero que llegó mermada, con solo un corredor en liza.

Fue el noruego Jonas Abrahamsen (Uno-X), que peleó con todo por llevarse la victoria y solo cedió a falta de escasos metros para el final. Murió en la orilla tras un esfuerzo titánico por mantenerse a flote. Otro final que prometía espectáculo viendo las etapas previas y que cumplió.

Porque después del éxito del alemán Philipp Bauhaus (Bahrain-Victorious) el miércoles, en un accidentada 'volata', con resbalón de Philipsen incluido, hubo un final relativamente técnico.

Unos últimos 22,7 km en forma de circuito cerrado, compuestos por una primera parte ondulada por Mosciano Sant'Angelo seguida de un sector en ligero descenso hasta llegar al mar, con 3 km ligeramente elevados al 4,5% y una llegada sobre asfalto al 2% durante los últimos 400 metros que Abrahamsen, por un momento, pareció que podía aguantar. El pelotón se sabía ganador, pero tuvo que exigirse para llegar a tiempo.

La fuga mermó a 20 km. Quedaron solo Maestri, Kamp y Abrahamsen, que entraron primeros en el circuito final a un minuto de distancia. El pelotón subía el ritmo, pero los fugados pusieron todo de su parte por aguantar. A falta de 1 km, Kamp se rindió. Pocos metros después, cedió Meestri. Era Abrahmsen contra el resto.

No le quedó otra a los velocistas que salir con todo en busca de la victoria. El eritreo Girmay (Intermarch-Wanty), Philipsen y Strong buscaron el éxito, pero un cañón vestido de fucsia fue el que triunfó en Giulianuova, convirtiéndose en el primer italiano en ganar en esta edición.

La próxima etapa, la quinta, este viernes, será fundamental por la subida a San Giacomo con más de un 6% de pendiente.

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