Harare, 5 mar (EFE).- Zimbabue rechazó este martes las sanciones impuestas por parte de Estados Unidos, un día después de que el Departamento del Tesoro anunciara nuevas medidas contra el presidente zimbabuense, Emmerson Mnangagwa, otros diez individuos y tres entidades por corrupción y abusos de derechos humanos.
"Las sanciones no están justificadas y el Gobierno de Zimbabue pide la eliminación total de las sanciones, que están causando el sufrimiento de la gente corriente", señaló en declaraciones a EFE por teléfono el ministro de Asuntos Exteriores, Frederick Shava.
En su decisión anunciada este lunes, el Tesoro estadounidense revisó el programa de sanciones impuesto en 2003, retirando la "emergencia nacional" declarada sobre Zimbabue y las restricciones económicas impuestas contra el país en general.
"Los cambios que estamos haciendo hoy tienen el objetivo de dejar claro lo que siempre ha sido cierto: nuestras sanciones no están dirigidas contra el pueblo de Zimbabue. Hoy estamos reenfocando nuestras sanciones contra objetivos claros y específicos", señaló entonces en un comunicado el subsecretario del Tesoro, Wally Adeyemo.
Para el ministro zimbabuense, sin embargo, "no existen las sanciones selectivas", ya que estas medidas están afectando a la economía del país y "todo el mundo está notando sus efectos".
Zimbabue reaccionó así al cambio de estrategia de Washington, que centrará ahora las medidas, además de contra Mnangagwa, contra su mujer, Auxillia; el vicepresidente, Constantino Chiwenga; y varios altos cargos de los servicios de seguridad y empresarios del país.
El Tesoro acusa al presidente de actividades corruptas, como ofrecer protección a contrabandistas de oro y diamantes y facilitar su venta en mercados ilícitos a cambio de sobornos, así como de supervisar a las fuerzas de seguridad que reprimen violentamente a la oposición y a la sociedad civil.
Estas sanciones bloquean cualquier activo que los afectados tengan en EE.UU. y les impiden visitar ese país en viajes no oficiales, además de prohibir a ciudadanos estadounidenses hacer negocios con ellos.
En un mensaje a través de la red social X, el portavoz del Gobierno de Zimbabue, Nick Mangawana, celebró el lunes la retirada de medidas contra otros individuos como un logro "enorme", pero destacó: "Mientras nuestro presidente esté bajo sanciones, Zimbabue sigue bajo sanciones ilegales".
Tanto la Unión Africana (UA) como muchos gobiernos del continente vienen pidiendo desde hace años el levantamiento de las restricciones impuestas hace dos décadas por países como EE.UU., Australia, Canadá, Nueva Zelanda y varios miembros de la Unión Europea (UE).
Entonces, gobernaba el país el ya fallecido presidente Robert Mugabe (1987-2017), tras las controvertidas elecciones parlamentarias de 2000 y los comicios presidenciales de 2002, ambos empañados por violencia y acusaciones de fraude.
A principios de este mes, la UE renovó por un año, hasta febrero de 2025, sus sanciones, que consisten ahora en un embargo de armas y equipos que puedan usarse para la represión interior y un bloqueo selectivo de activos de una empresa estatal de fabricación y adquisición de armas, Zimbabwe Defence Industries (ZDI).