Javier Domaica
Vitoria, 1 mar (EFE).- Alavés y Baskonia congregaron en 2023 más de 716.000 espectadores entre Mendizorroza y el Buesa Arena. Más del doble que la provincia de Álava. Ambos clubes sólo comparten 200 abonados. El Grupo Baskonia Alavés se reinventa todo los años para competir al máximo nivel. Diversificar proyectos, que incluyen el deporte de élite, la educación -con su propia Universidad-, y un nuevo reto como The Faktory, que desarrolla innovación en la industria del sector, son clave para entender una fusión digna de estudio en una Escuela de Negocios.
Habitualmente los clubes top representan a grandes urbes y comarcas. Hay excepciones, pero es muy difícil que coincidan dos equipos, de fútbol y baloncesto, unidos en una misma entidad, el Grupo Baskonia-Alavés. Es un hecho prácticamente aislado en el mundo que una ciudad con el tamaño de la capital vasca, con 258.808 habitantes en 2023, sea un polo de atracción tan sólido para los aficionados que acuden a eventos deportivos cada semana.
Pero, ¿Por qué alcanza la excelencia la idea de mezclar fútbol y baloncesto profesional en Vitoria?. De entrada, tres cuartas partes de sus habitantes practican deporte con asiduidad, según datos del Eustat (Instituto Vasco de Estadística). El grupo deportivo y empresarial formado por dos grandes matrices como Baskonia y Deportivo Alavés, están instaladas en la élite, es fundamental a la hora de generar ese imán de deporte y ocio cada fin de semana, tanto en el Fernando Buesa Arena como en Mendizorroza.
Ambos coliseos congregaron en todo 2023 a 716.649 espectadores de forma conjunta, o lo que es lo mismo, más del doble de habitantes de la provincia de Álava, 330.000. Algunos pensarán que puede ser normal y que muchos de estos espectadores se repitieron en las gradas junto al parqué y junto al césped, pero la realidad es que ambos clubes apenas comparten 200 abonados.
El Deportivo Alavés regresó el pasado verano a Primera División después de un final de temporada épico y agónico al mismo tiempo, por un penalti convertido por Asier Villalibre en el último suspiro del curso.
Un capricho más del deporte que permitió a los babazorros regresar a la élite de la que se bajaron durante solo una campaña, tras marcar su récord histórico de seis temporadas consecutivas con los mejores, en sus 103 años de historia y una final de Copa del Rey en esta fase (2016-17).
Este curso ha vuelto a lo grande, con 17.752 abonados, otro hito en su centenaria vida que marca un nuevo tope de simpatizantes y que influye en la ocupación del estadio vitoriano.
La casa del Glorioso registra unos guarismos de 17.132 espectadores de promedio en los doce partidos disputados hasta la fecha en casa, lo que supone un 86,3 % del total y le sitúa tres puntos por encima de la media de la competición en cuanto a ocupación, en una temporada en la que ha colgado en cuatro ocasiones el cartel de “no hay entradas”.
El Buesa Arena, por su parte, siguió siendo, un año más, la cancha con mejor asistencia en la Liga Endesa con 9.277 espectadores y, en Euroliga superó las cifras de los cuatro estadios de los equipos españoles en esta competición con 9.874 seguidores en las gradas.
Parte de este éxito reside en la vuelta de tuerca que le ha dado el club en busca de nuevos públicos y otras formas de ocio como conciertos y actuaciones musicales durante y después de los encuentros, que han permitido llenar las más de 15.500 butacas en más de una ocasión. Álava es la provincia con menos población de todas las representadas en LaLiga EA Sports, en la Euroliga y en la Liga ACB, excepto Palencia y Andorra.
A pesar de esta rémora en tamaño y habitantes, el Grupo Baskonia-Alavés es capaz de competir en la Primera División del fútbol español con el menor presupuesto, de estar con los mejores en la Liga ACB de baloncesto y de ser uno de los tres equipos que nunca ha dejado de tomar parte en la Euroliga, en los casi 24 años de vida de la competición continental.
De hecho, el club de baloncesto presidido por Josean Querejeta, es uno de los miembros fundadores de la competición europea y el mandatario vasco es el único presidente que se mantiene desde la creación de la liga del viejo continente en el año 2000.
Querejeta dio el salto al fútbol en 2011 con la adquisición del club babazorro y creó el grupo Baskonia-Alavés en el primer movimiento de lo que es hoy en la actualidad un grupo fuerte con varios puntos de apoyo. Y aquí quizás es donde reside el secreto del éxito.
Para competir con propiedades deportivas con mayor capacidad económica, el Grupo tiene claro que es necesario hacer cosas diferentes, a través de la creación de sinergias que les permitan tener una menor dependencia de la parte deportiva a la hora de generar ingresos, hecho que redunda en una mayor estabilidad cuando los resultados deportivos no acompañen.
Se da la circunstancia de que según la Encuesta de Población Activa, Álava es el territorio con mayor fuerza laboral de la industria a nivel nacional y un 28,6 % de su población ocupada trabaja en el sector industrial. Parece un punto a favor para poder encontrar recursos económicos que deriven en la inversión deportiva, pero la competencia en el entorno es tan feroz que el Grupo Baskonia-Alavés está obligado a reinventarse.
Así, la competición profesional, la educación y el ámbito social son tres de los principales pilares del Grupo Baskonia-Alavés.
A los equipos de competición profesional de la ciudad (Saski Baskonia y Deportivo Alavés) se le une el NK Istra, (el grupo es propietario del 85 % desde 2016) que compite en Primera División de la liga croata.
Además, el grupo cuenta con las instalaciones deportivas de Ibaia, las instalaciones deportivas BAKH, una residencia de jóvenes jugadores, una universidad de reciente creación (EUNEIZ), la Fundación 5+11, que coordina las acciones sociales del grupo, y el proyecto The Faktory, que aglutina las últimas tendencias en innovación en torno a la industria deportiva.
La ciudad deportiva de Ibaia donde entrenan los equipos del Deportivo Alavés, se encuentra en plena expansión. La obra, que comenzó el pasado mes de mayo de 2023, se ejecuta en diferentes fases que darán lugar a una ciudad deportiva de última generación, con un total de 8 campos (el doble que actualmente), una grada con capacidad para 1.000 espectadores, con vestuarios y sala de prensa, además de un edificio renovado y adaptado a las actuales necesidades de deportistas y formadores de la academia albiazul.
Otra de estas patas es BAKH. Es otra ciudad deportiva con más de 38.000 metros cuadrados, que erigió el Baskonia y que entró a formar parte del grupo a posteriori. Cuenta con más de 5.500 socios, acumula en torno a medio millón de usuarios anuales y también se encuentra en plena expansión, con un proyecto ambicioso que busca ser un centro social y deportivo destacado en la ciudad.
El grupo cuenta con una residencia que acoge a 51 jugadores jóvenes de 15 nacionalidades diferentes y que cambiará su ubicación próximamente, para acercarse al BAKH, frente al pabellón Fernando Buesa Arena.
El proyecto educativo llegó en 2021 con la puesta en marcha de Euneiz, una universidad privada creada en 2021 en la que el Grupo Baskonia-Alavés participa, de la mano de EUSES-UdG, EUSES-URV, ENTI-UB y Amerike, centros con gran experiencia y prestigio en el ámbito académico. Actualmente forma en hasta 12 grados relacionados con salud, nuevas tecnologías y educación física, y se ubica en el mismo entorno que el Buesa Arena y BAKH.
El grupo también ha hecho sus incursiones en la innovación y la tecnología no solo con los deportes electrónicos y varios equipos con los que ha competido en diferentes campeonatos.
The Faktory es un proyecto estrenado en 2022 que aglutina las últimas tendencias en torno a la industria deportiva y tiene acuerdos con otros proyectos de gran magnitud como Fortnite, Outer Ring o Saturno Labs que están a la vanguardia tecnológica y la inteligencia artificial.
La diversificación es tal, que los más de 700 empleos directos que genera el Grupo en la actualidad podrían aumentar exponencialmente cuando los proyectos de expansión que están en marcha se hagan realidad y que suponen un apoyo clave en la viabilidad de los proyectos deportivos.