Un nuevo parque de atracciones inmersivas de terror abre en la bahía de Tokio

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Tokio, 29 feb (EFE).- Un nuevo parque de atracciones inmersivas ha abierto en la bahía de Tokio, en un edificio que antes acogía un centro comercial y ahora ofrece entretenimiento interactivo de la mano de personajes como el detective Sherlock Holmes, el asesino en serie Jack el Destripador o los hermanos Hansel y Gretel.

El parque, "Immersive Fort Tokyo", está pensado principalmente para jóvenes y adultos, aunque también acepta niños, y es uno de los primeros parques inmersivos del mundo, con atracciones y espectáculos en directo que hacen al público partícipe de las historias.

Una de ellas es "The Sherlock", un teatro en movimiento de 'Sherlock Holmes y los Irregulares de Baker Street' durante la que los visitantes siguen a los personajes por un espacio de dos pisos y se convierten en testigos de las diferentes escenas del caso. Para "no ser reconocidos" por los protagonistas, los visitantes deben cubrirse la parte inferior de la cara con un pañuelo durante la obra.

El asesino en serie Jack el Destripador protagoniza un túnel del terror y la historia de Hansel y Gretel ambienta un recorrido con bosques y una casa de caramelo.

Los asistentes pueden seguir el cuento desde la perspectiva de los niños o desde la de la bruja y, en función del punto de vista que decidan adoptar, recorrerán unos espacios u otros de la atracción y verán proyecciones distintas.

En el espectáculo Spy Action, los actores seleccionan a personas del público para que hagan de figurantes durante un tiroteo en una batalla entre la mafia y agentes espía.

El nuevo parque también cuenta con un cabaret, un 'escape room' ambientado en el videojuego de terror chino 'Identity V', y una función enmarcada en el período Edo del Japón tradicional.

El edificio que alberga el "Immersive Fort Tokyo" fue un centro comercial, pero iba a derruirse, ante lo cual inversores compraron la construcción para convertirla en un lugar de atracciones temáticas tecnológicas, aprovechado su estructura original, que evoca un estilo arquitectónico europeo.

Se trata de un espacio de 30.000 metros cuadrados que simula un espacio al aire libre mediante techos con cielos proyectados e incluye una plaza con restaurantes.

La entrada general al parque incluye el acceso a tres atracciones y cuesta 6.000 yenes (unos 30 euros). Para experimentar otras, debe pagarse un monto extra.

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