Enrique Rubio
Windsor (R.Unido), 27 feb (EFE).- Las casas reales de Europa, encabezadas por los reyes de España, Felipe y Letizia, y la reina británica Camila, rindieron este martes un sentido homenaje al difunto Constantino II de Grecia en una ceremonia en el castillo de Windsor marcada por la ausencia de última hora del príncipe de Gales, Guillermo.
El servicio religioso en la capilla de San Jorge de Windsor, de carácter privado y ante unos 330 invitados, comenzó a las 11.00 GMT, después de haber tenido que ser pospuesta en enero por una intervención de próstata del rey Carlos III en la que se le descubrió un cáncer no especificado.
De esta forma, la ceremonia se desarrolló sin la presencia del monarca británico, que se encuentra descansando su residencia de Sandringham (este de Inglaterra) mientras recibe tratamiento contra el cáncer.
Sin embargo, a última hora se anunció que el príncipe Guillermo, heredero de la Corona británica, no participaría en el servicio en Windsor por "razones personales".
Pese a que el Palacio de Kensington, su residencia oficial, se apresuró a asegurar que esta decisión no tiene que ver con el estado de salud de su mujer, Catalina, su ausencia inesperada despertó la inquietud sobre el estado de la princesa de Gales, que se sometió a una cirugía abdominal el pasado enero por una dolencia no revelada.
Según Kensington, Catalina "continúa bien" dentro de un proceso de recuperación que la mantendrá sin actividades oficiales al menos hasta la Semana Santa.
Guillermo, ahijado de Constantino, tenía previsto realizar la segunda lectura de la ceremonia, de lo que finalmente se ocupó el príncipe Pablo, hijo del difunto exrey de los griegos.
En una fría mañana en Windsor, los reyes Felipe y Letizia llegaron poco antes de las 11.00 GMT al llamado Porche de Galilea de la capilla de San Jorge, donde fueron recibidos por el decano de los Canónigos de Windsor, Christopher Cocksworth, quien ofició la ceremonia.
Felipe VI y la reina Letizia, protegida del frío por una capa con cuello de pelo, departieron con el religioso antes de entrar por el mismo lugar por donde antes habían entrado las infantas Elena y Cristina, esta última acompañada de su hijo Juan Urdangarín y Borbón.
Dentro del templo coincidieron con Juan Carlos I y la reina Sofía, que llegaron en coche a la capilla, en el primer encuentro entre el Felipe VI y su padre desde hace dos meses en Madrid.
Al salir, el rey emérito tomó del brazo a su hijo para ayudarse a entrar en el coche que lo esperaba para trasladarle a una recepción ofrecida por Camila en el Gran Hall del castillo.
Constantino II, hermano de la reina Sofía, falleció en Atenas el 10 de enero de 2023 a los 82 años.
Además de la nutrida presencia de la realeza española, la casa de los Windsor estuvo representada por la reina Camila junto a los hermanos de Carlos III Ana, princesa real, y Andrés, duque de York, así como varios primos y sobrinos.
Mientras, la viuda de Constantino, Ana María, encabezó la representación griega, acompañada por sus hijos Pablo, Alexia, Nicolás, Teodora y Felipe.
Los últimos cuatro se ocuparon de la primera lectura del servicio, el clásico poema 'Ítaca' del escritor griego Kavafis.
Asimismo, acudieron miembros de las casas reales de Dinamarca, Países Bajos y Serbia, además del príncipe Kyril de Bulgaria y la reina Noor de Jordania, que entraron juntos.
También hubo presencia de personalidades al margen de la monarquía, como el enviado de EE.UU. para el Clima John Kerry, de visita en el Reino Unido, o el ex primer ministro británico John Major.
Tras una hora justa de ceremonia, los invitados, que se sentaron en el transepto de la capilla, se desplazaron al cercano Gran Hall del Castillo de Windsor para la recepción privada que la reina Camila ofreció en nombre de la casa real griega.