La ONG Amnistía Internacional (AI) ha pedido la derogación de la ley anti LGTBI aprobada en 2021 por el Gobierno del primer ministro de Hungría, Viktor Orban, una normativa que es "incompatible" con los Derechos Humanos porque discrimina a personas del colectivo, infunde miedo en la sociedad y restringe derechos fundamentales, como la libertad de expresión o el acceso a la información. La controvertida ley, aprobada por el Parlamento húngaro en junio de 2021, fue anunciada como una reforma para reforzar la protección de los menores frente a los delitos de pedofilia, si bien incluye medidas que discriminan y estigmatizan al colectivo LGTBI. En concreto, prohíbe llevar a cabo actividades en centros escolares que "promuevan la homosexualidad" o el cambio de género y veta también la emisión en televisión de contenido audiovisual que aborde la situación del colectivo. En Hungría existe además otra legislación que impide adoptar a las parejas del mismo sexo. La ONG concluye en el informe 'Desde la libertad a la censura: consecuencias de la ley húngara de propaganda', que desde la aprobación de esta medida el acceso a información de temática LGTBI es cada vez "más difícil", especialmente para los adolescentes. "La 'ley de propaganda' ha generado un ambiente de temor y ha limitado el acceso a la información, en especial a la gente joven. El temor a las sanciones ha tenido un efecto intimidatorio que está frenando a la ciudadanía a la hora de impartir, buscar y recibir información sobre orientación sexual e identidad de género", ha señalado la responsable del área LGTBI de AI Hungría, Eszter Mihály. En este sentido, Mihály ha apuntado a que esta "campaña contra los derechos" de las personas LGTBI ha contribuido a "generar estereotipos negativos y actitudes discriminatorias", "señalando a quienes en la sociedad defienden la igualdad". Por ello, muchos medios de comunicación, organizaciones y empresas de publicidad han dejado de difundir este tipo de contenido ante el temor de enfrentarse a procedimientos judiciales y campañas de desprestigio en la prensa afín al Gobierno. "Esta ley no tiene cabida en Hungría y está fomentando el aumento de la estigmatización y los estereotipos negativos de las personas LGBTI. Debe ser derogada de inmediato y deben tomarse medidas para reparar el daño que ha causado", ha reiterado Mihály. LIBRERÍAS Y TELEVISIÓN, EN EL PUNTO DE MIRA Esto incluye también a las librerías, a los escritores, a las editoriales y a las agencias creativas, así como a las organizaciones de la sociedad civil, que tratan de "lidiar con las imprecisas disposiciones de esta ley" sobre la difusión de contenido que represente y promocione las "identidades de género y orientaciones sexuales diversas". Muchas librerías en Hungría han empezado a enfrentarse a denuncias por publicar libros con personajes LGTBI. El autor y director creativo de la empresa Líra, Krisztián Nyáry, ha asegurado a Amnistía que incluso aquellos locales o editoriales que respetan la ley "se quedan en un limbo y se enfrentan a sanciones". "Se podría incluir una advertencia en todos los libros infantiles que dijera que sólo van dirigidos a los padres y todo seguiría igual, pero estos libros tienen que ir también cubiertos de una película de plástico y no se pueden vender cerca de los centros educativos", ha explicado. Los escritores han optado, así, por reclasificar su obra juvenil y ofrecerla en la categoría de adultos, para evitar las multas. Por ejemplo, una cadena de librerías fue penalizada por tener libros acordes a cada edad en la sección de infantil en los que aparecían parejas del mismo sexo. Las persecución y el hostigamiento se trasladan también al mundo digital. La escritora Dóra Papp ha relatado a Amnistía que ha recibido serias amenazas en redes sociales desde que se aprobó la ley en 2021 y ha asegurado que los nuevos autores temen publicar sus obras en Hungría por estos mismos motivos. "Esto me ha dejado tocada. Después de tantos años asistiendo a firmas de libros en las que me encantaba conocer a los lectores, de pronto el miedo se ha instalado en mí, porque no sé hasta qué punto tomarme en serio las amenazas", ha argüido. En el caso de la televisión, los personajes LGTBI solo pueden aparecer en emisión a partir de las nueve de la noche. Para el jefe de contenidos de la cadena RTL, Péter Kolosi, la ley no solo es "inaceptable y discriminatoria", sino que supone "un nuevo tipo de censura en los medios de comunicación". La forma en la que las autoridades interpretan la legislación afecta, además de afectar a las horas de emisión de ciertos programas, perjudica también al trabajo de numerosos creativos, como los guionistas o los directores de contenido audiovisual. Orbán defendió en junio que la ley da a los padres la capacidad de "decidir cómo educan sexualmente" a sus hijos y no discrimina a ningún colectivo. "Defiendo los derechos de los homosexuales, pero esta ley no es sobre esto: va sobre los derechos de los niños y sus padres", aseguró.