Wennesland pide al Consejo de Seguridad una respuesta "colectiva" a la crisis en la Franja de Gaza

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El coordinador especial de Naciones Unidas para el proceso de paz en Oriente Próximo, Tor Wennesland, ha pedido este jueves al Consejo de Seguridad de la ONU una respuesta "colectiva" para solucionar la actual crisis en la Franja de Gaza y para restablecer un "horizonte político" para palestinos e israelíes. "Hago un llamamiento para que se dé una respuesta colectiva, coordinada y global, no sólo para abordar la crisis inmediata que tenemos ante nosotros en Gaza, sino para ayudar a restablecer un horizonte político para palestinos e israelíes por igual, promoviendo al mismo tiempo una mayor estabilidad y paz en la región. Para ello, necesitamos urgentemente un acuerdo para lograr un alto el fuego humanitario y la liberación de los rehenes", ha declarado. En ese sentido, Wennesland ha recalcado que la "única solución a largo plazo" es política, y que deberá tener en cuenta las preocupaciones de Israel en materia de seguridad y el establecimiento de un Estado palestino. "Estos esfuerzos deben unirse y acelerarse si queremos salir de esta pesadilla hacia una trayectoria que pueda ofrecer a palestinos e israelíes una oportunidad de paz duradera (...) La magnitud de la emergencia a la que nos enfrentamos es asombrosa y podría descontrolarse rápidamente en la región", ha añadido. ENTRADA DE AYUDA HUMANITARIA Wennesland ha expresado que, mientras que alcanza esta solución, seguirá pidiendo tanto a Israel como al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) a establecer más medidas de seguridad, herramientas y puntos de acceso para ampliar el envío de ayuda humanitaria, especialmente hacia el norte del enclave, sin que los convoyes sean atacados. "Los desplazados internos se enfrentan a una grave escasez de alimentos, agua, refugio y medicinas. Las enfermedades contagiosas están aumentando en medio de condiciones insalubres; y más de dos millones de personas se enfrentan a una inseguridad alimentaria extrema, con las mujeres y los niños en mayor riesgo. La desesperación y la escasez han provocado un colapso casi total de la ley y el orden", ha informado. De hecho, ha estimado que el 84 por ciento de las instalaciones sanitarias y educativas han sido destruidas o han quedado dañadas y que el 62 por ciento de las carreteras y líneas de suministro eléctrico han quedado inutilizadas. PREOCUPACIÓN POR LOS HORRORES DESATADOS EL 7 DE OCTUBRE "El trauma de los afectados por los horrores desatados el 7 de octubre no tiene fin. El sufrimiento y la desesperación de la población de Gaza no tienen fin. Las turbulencias regionales no tienen fin. Esta semana he estado en Gaza para ver de primera mano el desarrollo de la tragedia y reunirme con nuestros incansables y valientes equipos sobre el terreno, que se enfrentan a retos imposibles para prestar asistencia vital a los civiles palestinos de la Franja. Lo que vi fue espantoso e insostenible", ha explicado. Tras ello, Wennesland ha mostrado su preocupación por la inminente ofensiva terrestre del Ejército de Israel contra la ciudad de Rafá, en el sur del enclave, donde hay refugiados en torno a 1,5 millones de palestinos y donde se encuentran los únicos puntos de entrada de ayuda humanitaria. Asimismo, ha denunciado que los hospitales, las escuelas y otros lugares protegidos por el Derecho Internacional Humanitario se ven "gravemente afectados" por las operaciones de Israel, que alega estar atacando a Hamás, así como el lanzamiento "indiscriminado" de cohetes por parte de milicias palestinas contra territorio israelí. Hamás atacó a Israel el pasado 7 de octubre, dejando 1.200 muertos y 240 rehenes, tras lo que el Ejército israelí lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza. Desde entonces, las autoridades palestinas han registrado la muerte de más de 29.400 personas, a las que se suman otros 397 en Cisjordania y en Jerusalén Este por el incremento de las acciones de las fuerzas de seguridad y de colonos israelíes.

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