Islamabad, 21 feb (EFE).- El partido de la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N) y el Partido Popular de Pakistán (PPP), la segunda y tercera formación más votadas respectivamente en los comicios del pasado 8 de febrero, acordaron una fórmula con escaños suficientes para gobernar el país asiático tras dos semanas de incertidumbre.
"Los números del Partido Popular de Pakistán y la Liga Musulmana-Nawaz se han completado y, si Dios quiere, vamos a formar Gobierno", indicó hacia la pasada medianoche el dirigente del PPP, Bilawal Bhutto-Zarzadi, en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por Shehbaz Sharif, el hermano del tres veces primer ministro y líder del PML-N Nawaz Sharif.
"Se espera que, si Dios quiere, Shehbaz Sharif pronto vuelva a ser primer ministro del país", agregó el líder del PPP.
Aunque el PPP no ha solicitado ningún ministerio, apoyará a Shehbaz Sharif para ejercer el cargo de primer ministro. A cambio, el padre de Bhutto-Zardari, Asif Ali Zardari "será presentado a la presidencia del país", dijo por su parte el líder del PML-N.
El PML-N obtuvo 75 escaños de los 266 en liza en las elecciones de Pakistán, siendo así la segunda fuerza política por detrás del partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) del ex primer ministro encarcelado Imran Khan, cuyos candidatos presentados como independientes obtuvieron unos noventa puestos en la Asamblea nacional.
Ninguna de las formaciones políticas logró los 133 parlamentarios necesarios para lograr una mayoría simple, por lo que el partido de Sharif ha estado negociando con otras formaciones políticas en busca del poder.
Así, el Movimiento Muttahida Qaumi Pakistán (MQM-P) acordó apoyar al PML-N con sus 17 escaños que, sumados a los 54 del PPP, se asegura poder gobernar Pakistán.
Estas tres formaciones ya estuvieron además en un gobierno de coalición durante más de 16 meses después de que Khan fuera derrocado del poder en abril de 2022 a través de una moción de censura.
El acuerdo anuncia el fin del estancamiento político en Pakistán, aunque las autoridades tienen de plazo hasta el próximo 29 de febrero para convocar la primera sesión parlamentaria que decidirá el nuevo Gobierno.
Mientras se forjan estas alianzas, el PTI mantiene una campaña para recuperar los escaños que, según alega, le pertenecen tras haberse manipulado los resultados electorales en algunas zonas del país.
Las denuncias de fraude electoral se agravaron cuando un alto funcionario dimitió de su cargo el pasado sábado tras asumir la responsabilidad de la manipulación de los resultados electorales de al menos cinco distritos de la provincia norteña de Punjab.