Será en marzo cuando cumpla 50 años, pero demostrando que es incombustible y que la edad es solo una cifra -que en su caso poco tiene que ver con la realidad- Nieves Álvarez ha vuelto a acaparar todas las miradas en la última edición de la MBFWM. Tras desfilar en la Semana de la Moda de París para su íntimo amigo Stephane Rolland, en Madrid lo ha hecho para Lola Casademunt, presumiendo de la figura y la belleza de otro planeta que han hecho de ella la modelo más importante de nuestro país en los últimos 30 años. Y no oculta que la palabra "jubilación" no entra en sus planes, ya que subirse a una pasarela sigue siendo una de las cosas que más feliz la hace. "Estoy en mi casa, aquí empezó mi carrera y sigo disfrutando de mi gente, de Madrid, y como española y amante de la moda para mí es un orgullo" reconoce. A poco más de un mes de cumplir medio siglo de vida, y dispuesta a celebrar de la mejor manera posible que los 50 llegan en su mejor momento -ya que a su incontestable éxito profesional se une su felicidad al lado de Bill Saad, con el que lleva dos años y medio de sólida relación- Nieves nos ha contado la doble celebración que está organizando con ilusión: "Tengo una fiesta muy privada y muy bonita ya preparada, que la voy a celebrar en petit comité, y luego espero hacer algo muy grande". "No soy de muchas celebraciones y solo he celebrado mis 40, pero este año me apetecía celebrar" confiesa. El balance a punto de alcanzar esta cifra redonda tan significativa es, como reconoce, inmejorable, y se siente orgullosa de todo lo que ha logrado. "Me miro al espejo y me digo 'brava Nieves'. Me lo he currado mucho, estoy súper satisfecha, y le debo mucho a esta industria que ha creído en mí, que me ha apoyado. Eso es fruto de mucha constancia, mucho trabajo, de enfrentarme a muchos noes antes que los síes y sigo feliz, da igual la edad que tenga, sigo disfrutando y me sigo poniendo nerviosa antes de empezar un desfile" afirma, revelando que "la edad es solo un número y me importa poco. Vivo el presente y el día a día".