Londres, 15 feb (EFE).- Stella Assange alertó este jueves sobre la salud de su esposo, Julian Assange, antes de que la semana próxima afronte el último tramo de su proceso de extradición a Estados Unidos, que le reclama por 18 delitos de espionaje e intrusión informática tras las revelaciones de su portal WikiLeaks.
"Si Julian es extraditado a Estados Unidos, morirá", dijo a EFE la abogada de 40 años al término de una rueda de prensa en Londres con el actual director de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, y la representante de Reporteros sin fronteras (RSF) Rebecca Vincent.
"Este es el recurso final de Julian. Si pierde esta ronda, será el final del camino en los tribunales del Reino Unido. No hay posibilidad de apelación. Por supuesto, él intentará recurrir ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), pero el Gobierno británico tratará de extraditarlo", afirmó.
La madre de sus dos hijos menores explicó que la salud física y mental de su esposo "se ha deteriorado" incluso desde que en octubre de 2021 sufrió una pequeña embolia y padece las consecuencias de pasar 22 horas al día en una celda acristalada de 3x2 metros en la prisión londinense de Belmarsh.
Stella Assange recordó que, como ya se consideró probado durante el proceso, el australiano de 52 años presenta riesgo de suicidio y aseguró que no sobreviviría a las condiciones extremas de una cárcel de alta seguridad estadounidense.
En este sentido, dijo a EFE que las 'garantías diplomáticas' ofrecidas por Washington en juicios previos de que velará por su salud son falsas.
"Esas supuestas garantías son condicionales, no impiden que Estados Unidos haga nada (...). Las condiciones de su encierro serían decididas por la CIA, la misma agencia que ha conspirado para asesinarlo", declaró.
"No hay ninguna duda de que será enterrado en un agujero tan lejano y profundo que no creo que vuelva a verlo", lamentó la letrada sueco-española.
Tras escuchar a las partes el 20 y 21 de febrero, el Tribunal Superior de Londres decidirá si permite a Assange volver a recurrir su caso en este país, lo que iniciaría un nuevo juicio de apelación, o si en cambio debe proceder la entrega a Estados Unidos autorizada en 2022 por la entonces ministra británica del Interior, Priti Patel.
Aunque el dictamen podría tardar semanas, el equipo legal del periodista de 52 años teme que los dos jueces del Superior den luz verde el mismo martes a la extradición, en cuyo caso pedirían una 'orden 39' urgente al TEDH para que la detuviera, antes de solicitar que el caso fuera revisado por el tribunal europeo.
Hrafnsson y Vincent confiaron en que den fruto las conversaciones entre el Gobierno estadounidense y el australiano para retirar los cargos a Assange, que consideran políticamente motivados.
Assange está en prisión preventiva en Belmarsh desde que fue detenido a petición de EE.UU. tras su expulsión el 11 de abril de 2019 de la embajada de Ecuador en Londres, que le retiró el asilo.
El periodista se había refugiado allí en 2012, después de su detención inicial en la capital británica en 2010 a instancias de Suecia, por un caso hoy archivado.
Estados Unidos le persigue por la información clasificada -facilitada por su contacto en el Ejército estadounidense Chelsea Manning, hoy en libertad, publicada en 2010 y 2011 por WikiLeaks, que expuso violaciones de los derechos humanos de EE.UU. en las guerras de Irak y Afganistán.