Ciudad del Vaticano, 14 feb (EFE).- La embajada de Israel ante la Santa Sede y el Vaticano se enfrentaron este miércoles por las declaraciones del secretario de Estado del papa, el cardenal Pietro Parolin, que lamentó que la reacción en Gaza no es proporcional.
La legación israelí en Roma emitió un comunicado en el que tildaba de "deplorables" las palabras del purpurado.
"Es una declaración deplorable. Juzgar la legitimidad de una guerra sin tener en cuenta todas las circunstancias y datos relevantes lleva inevitablemente a conclusiones equivocadas", arremetió.
La pasada noche el cardenal había confesado su "indignación" por la "matanza" en la Franja de Gaza, condenando al mismo tiempo el ataque de los islamistas de Hamás del 7 de octubre.
"Es preciso encontrar otras vías para resolver el problema en Gaza y Palestina. La Santa Sede lo dice desde el inicio: por una parte condena netamente y sin reservas lo ocurrido el 7 de octubre", dijo durante la conmemoración de los Pactos Lateranenses en Roma.
Y continuó: "Una condena neta y sin reservas de toda forma de antisemitismo, aquí lo reitero, pero al mismo tiempo también una petición para que el derecho a la defensa de Israel que ha sido invocado para justificar esta operación sea proporcionado y, con 30.000 muertos, ciertamente no lo es".
En este sentido, el cardenal pidió "no perder la esperanza" en la búsqueda de la paz. "Creo que todos estamos indignados por lo que está sucediendo, por esta matanza, pero tenemos que tener la valentía de continuar y no perder la esperanza", instó.
Sus declaraciones han soliviantado a la diplomacia israelí ante la Santa Sede que, en su comunicado, enumeró los "datos relevantes" a tener en cuenta para entender la reacción militar en la Franja.
En primer lugar, sostuvo que "Gaza ha sido transformada por Hamás en la mayor base terrorista jamás vista" en la que "no hay casi ninguna infraestructura civil que no haya sido utilizada" por los islamistas "para sus planes criminales".
Por otro lado, indicó que "gran parte del proyecto de Hamás, es decir, la construcción de esta base terrorista sin precedentes, ha sido activamente apoyado por la población civil local".
Asimismo, defendió que las operaciones del Ejército israelí "se desarrollan en el pleno respeto del derecho internacional".
Por último, justificó que "por cada militante de Hamás asesinado han perdido la vida tres civiles" mientras que "en las guerras y operaciones pasadas de las fuerzas de la OTAN u occidentales en Siria, Irak o Afganistán la proporción era de 9 o 10 civiles por cada terrorista".
"No es suficiente condenar la masacre genocida del 7 de octubre y después apuntar el dedo contra Israel referiéndose a su derecho a la existencia y a la autodefensa solo como un simple acto debido y no considerar el contexto general", terminó la embajada.
El papa Francisco, que en 2014 juntó en el Vaticano al entonces presidente israelí Simon Peres y al de la Autoridad Nacional Palestina Mahmud Abás, para orar por la paz, sigue con pesar la guerra en Tierra Santa.
Este mismo miércoles renovó su llamamiento para que se rece por Ucrania, Palestina e Israel, que están "sufriendo tanto por las guerras" y aprovechó el inicio de la Cuaresma para pedir "la paz en el mundo", durante su audiencia general.
No obstante, en algunas ocasiones ha denunciado ofensivas concretas como el ataque israelí a la iglesia de la Sagrada Familia de la Franja, en el que fueron asesinadas dos mujeres.
"Sigo recibiendo desde Gaza noticias muy graves y dolorosas. Civiles inermes son disparados y esto ha ocurrido incluso en el complejo parroquial de la Santa Familia donde no hay terroristas, sino familias, niños, enfermos, discapacitados y monjas", lamentó tras el Ángelus del 17 de diciembre.
La posición del Vaticano, que aboga por la creación de dos Estados para zanjar la guerra, quedó hoy por escrito en un editorial de su periódico oficial, el "Osservatore Romano", titulado "Detener la matanza".
"Para la Santa Sede la toma de posición es siempre con las víctimas (...) Nadie puede definir lo que ocurre en la Franja de Gaza como un 'daño colateral' de la lucha al terrorismo. El derecho a la defensa, el derecho de Israel a llevar a la justicia a los responsables de la masacre de octubre no puede justificar esta matanza", zanjó.