Moscú/Odesa (Ucrania), 14 feb (EFE).- El nuevo jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, se estrenó hoy en el cargo con una visita al frente oriental y, en el marco de una operación especial, con otro hundimiento de un buque ruso, el de desembarco 'Caesar Kúnikov', con lo que Kiev debilitó aún más la alicaída flota rusa del mar Negro.
"Lo primero es el frente y, en particular, Avdivka, Kúpiansk y Limán. Máxima atención, máximo apoyo", fue el mensaje de Volodímir Zelenski, presidente ucraniano.
Sirski fue nombrado en sustitución del popular Valeri Zaluzhni, quien fue criticado por la Presidencia en los últimos días por contradecir algunas de sus órdenes, incluida la de no ceder ni un palmo de terreno en el Donbás.
Duro golpe para la Armada rusa en Crimea
El Estado Mayor ucraniano confirmó el martes la destrucción del buque ruso cuando se encontraba cerca de la localidad de Alupka, en el sur de la anexionada península de Crimea.
“Las Fuerzas Armadas de Ucrania, junto con las unidades de la inteligencia militar (GUR), han destruido el buque de desembarco de los ocupantes ‘Caesar Kúnikov”, señala la nota castrense.
El GUR, que publicó un vídeo con imágenes del hundimiento, precisó que el buque de 111,5 metros de eslora fue alcanzado por drones acuáticos Magura V5, de fabricación ucraniana.
En el marco de una operación especial coordinada por el conocido como Grupo 13, el 'Caesar Kúnikov' fue alcanzado por babor, tras lo que las labores de rescate "no tuvieron éxito", por lo que "la mayoría de la tripulación (...) murió", precisó.
En un segundo comunicado, el GUR destacó que el buque, que había sido utilizado también en las guerras de Siria y Georgia, transportaba "armas y equipos militares".
Además, recuerda que el exitoso ataque coincidió en el tiempo con el 81 aniversario de la muerte del oficial soviético Caesar Kúnikov que dio nombre el barco de guerra.
"Veo restos y una mancha de aceite", dijo un piloto ruso durante una conversación de radio detectada por el GUR.
Como es habitual, ni el portavoz del Kremlin en su comparecencia diaria ni el Ministerio de Defensa ruso en su parte aludieron al hundimiento, algo que sí hicieron los blogueros militares, que cargaron las tintas contra la Armada por falta de previsión.
Segundo barco hundido en dos semanas
"Como dijo en su momento el presidente de Rusia, 'se hundió'", dijo Dmitro Pletenchuk, portavoz de la Armada ucraniana, en alusión a la reacción del jefe del Kremlin, Vladímir Putin, cuando tuvo lugar el hundimiento del submarino atómico 'Kursk' con 118 tripulantes a bordo en agosto de 2000.
El 'Caesar Kúnikov', construido en los astilleros de Gdansk (Polonia) y botado en 1986, contaba con una dotación de hasta 87 hombres, aunque tenía capacidad para transportar hasta 10 tanques medianos y 340 efectivos.
Este es el segundo buque de la flota del mar Negro que Kiev hunde en las últimas dos semanas tras la destrucción de la corbeta portamisiles "Ivanovets" el pasado 1 de febrero en el lago de agua salada Donuzlav, también en Crimea.
En total, Kiev ha logrado destruir o dañar cinco buques de desembarco en los últimos dos años, incluido el 'Sarátov' en marzo de 2022 y el 'Novocherkassk' en diciembre pasado.
De esta forma, Ucrania ha destruido con drones y misiles casi un tercio de la Flota rusa del mar Negro -incluido el buque insignia, el 'Moskvá'- desde el inicio de la contienda en febrero de 2022, según Kiev.
Según la OTAN, el mayor éxito de Kiev en 2023 fue precisamente conseguir alejar de sus costas a la Armada rusa, que se vio obligada a trasladar a territorio continental varios buques con base en puertos crimeos.
Sirski visita el frente oriental
Mientras, Sirski visitó por primera vez desde su nombramiento el frente de Kúpiansk (región nororiental de Járkov) y Avdivka (región oriental de Donetsk), donde aseguró que el ejército ucraniano hace “todo lo posible para evitar que el enemigo avance”.
“Hemos analizado conjuntamente los recursos disponibles y las necesidades de nuestras tropas”, agregó el general, que anunció “una serie de decisiones importantes” para “reforzar las capacidades de combate” ucranianas.
Reconoció que la situación en el frente es “extremadamente compleja y tensa”, ya que a los rusos no les importan las bajas en sus filas. “Los ocupantes rusos siguen incrementando sus esfuerzos y tienen ventaja numérica en personal”, comentó.
Al respecto, Zelenski subrayó que sus emisarios al frente -también viajó el ministro de Defensa, Rustem Umérov- atienden las necesidades de los soldados y presentarán "un informe detallado", algo que el presidente echó en falta con Zaluzhni.
"Habrá reforzamiento de drones y medios de lucha radioelectrónica. Los puestos de mando también serán reforzados", aseveró.