Drones suicidas ensambladas en casa para los soldados ucranianos en el frente

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Rostyslav Averchuk

Leópolis (Ucrania), 8 feb (EFE).- Cada vez más ucranianos están ensamblando pequeños drones suicidas en sus hogares con la ayuda de varias iniciativas que pretenden aumentar rápidamente sus entregas al frente, donde los vehículos aéreos no tripulados sirven como reemplazo de las municiones de artillería en medio de su escasez.

"Esto no es demasiado difícil", dice a EFE Volodímir, un informático de 26 años, mientras conecta con cuidado las piezas de un futuro dron en la mesa de trabajo de su apartamento.

Volodímir montó su primer dron hace un mes, después de completar un curso en línea ofrecido por 'Victory Drones' (drones victoriosos), una de las principales iniciativas en este campo.

"Buscar piezas de repuesto adecuadas en internet y esperar a que lleguen es lo que realmente requiere más tiempo y esfuerzo", explica.

Volodímir se siente lo suficientemente seguro para pedir repuestos para 20 drones más y también para enseñar a su amigo Nazar a montar un vehículo aéreo no tripulado.

Desde China han llegado varias cajas con piezas de distintos vendedores que encontró a través de la tienda de comercio electrónico "AliExpress", siguiendo instrucciones detalladas de otra iniciativa popular, 'Social Drone' (dron social).

El coste total oscila entre los 270 y los 320 euros, lo que ofrece un importante ahorro respecto a los precios del mercado.

Al igual que otros ingenieros domésticos, Volodímir depende principalmente de los fondos que recauda a través del micromecenazgo, familiares, amigos y la sociedad civil en general.

"El marido de mi hermana, Oleksandr, luchó en el Ejército y fue asesinado por los rusos. Para mi familia esta también es una oportunidad de vengar su muerte", explica.

Producción descentralizada de drones

Una vez que los drones estén completos, Volodímir los enviará a 'Social Drone'. Allí serán probados minuciosamente y luego enviados a los soldados en la línea del frente.

El vídeo de instrucción sobre el montaje de drones, de una hora y media de duración, ha sido visto 320.000 veces en YouTube.

En los últimos meses se han unido 4.000 ingenieros a la iniciativa. El número de drones producidos se duplica cada mes y actualmente asciende a 1.150.

"El participante más joven tiene 13 años y el mayor 60", explica a EFE el cofundador Oleksii Asanov.

La iniciativa se centra en especialistas en tecnologías de la información debido a sus mayores habilidades técnicas y capacidad para financiar la producción.

Dirigido inicialmente por varios voluntarios, ahora se está volviendo autosostenible a medida que participan cada vez más participantes.

"Una red descentralizada de este tipo evita el riesgo de ataques rusos dirigidos y al mismo tiempo minimiza los costes que requeriría un gran centro de producción", explica.

La calidad también es bastante alta: solo el 10 % de los drones recibidos requieren modificaciones.

Indispensable en el campo de batalla

Adoptados a partir de su uso en las carreras de drones y el cine, estos aparatos no tripulados, extremadamente rápidos, maniobrables y adaptados para transportar varios kilogramos de explosivos, se han convertido en una característica indispensable en el campo de batalla.

Operados por soldados que llevan gafas de visión especiales y un mando, explotan al impactar contra objetivos en movimiento y estacionarios, como infantería, refugios o equipo militar de alto valor, tanto en la línea del frente como hasta diez o doce kilómetros detrás de ella.

Su papel se ha vuelto aún más importante a medida que el Ejército ucraniano enfrenta una grave escasez de municiones de artillería.

"Incluso un par de drones, enviados a una unidad concreta, pueden modificar drásticamente la situación y salvar vidas", subraya Asanov.

Recibe relatos directos de su impacto, como el martes cuando varios de esos drones ayudaron a detener un asalto ruso al dañar el vehículo blindado de infantería del enemigo.

Ambas partes reconocen la importancia de los drones y compiten por tener la iniciativa en este ámbito militar.

El Estado podría ayudar a los productores nacionales creando un centro de distribución único donde pudieran encargar repuestos, sugiere Asanov.

Sin embargo, si bien Rusia puede estar en mejores condiciones de producir rápidamente grandes cantidades de drones a través de su enfoque centralizado, esto también significa más inercia e incapacidad para innovar tan rápidamente como los productores más dispersos de Ucrania, opina.

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