Javier Otazu
Naciones Unidas, 4 feb (EFE).- El primer intento del Enviado de la ONU, Staffan de Mistura, de sacar al conflicto del Sáhara Occidental de su parálisis y sumar a un nuevo actor en la búsqueda de soluciones, en este caso Sudáfrica, ha provocado ya un encontronazo con Marruecos, que ayer "advirtió (a De Mistura) de las consecuencias de su viaje".
El inesperado viaje de Da Mistura a Sudáfrica -un país claramente alineado con la postura del independentista Frente Polisario- fue anunciado el martes (un día antes de que se realizara) por el portavoz del secretario general, Stéphane Dujarric, un día antes de que se produjera, y Dujarric dijo que entraba dentro de "su mandato" abrir consultas con quien considerara oportuno.
Marruecos esperó cuatro días hasta hacer público que ese viaje se había realizado después de que Rabat, al tener conocimiento del proyecto del viaje, hubiera comunicado "directamente a De Mistura, así como a la secretaría de la ONU, la oposición categórica de Marruecos a semejante viaje", en declaraciones de Omar Hilale, embajador de Marruecos ante la ONU, a la agencia MAP de su país.
Hilale fue más lejos en esas declaraciones y se permitió "advertir claramente (a De Mistura) de las consecuencia de su viaje sobre el proceso político", después de recordar que espera "que no se trata de un caso de desafío a Marruecos por parte de De Mistura, sino de un simple error de apreciación".
No es la primera vez que Marruecos choca con un Enviado de la ONU por su discrepancia sobre su misión: en 2012 declaró "persona non grata" al entonces enviado, el estadounidense Christopher Ross, y aunque el entonces secretario general Ban Ki-moon lo mantuvo en el puesto cinco años más, desde entonces estaba prácticamente "quemado" y sin interacción con Rabat.
La relevancia de Sudáfrica en el conflicto del Sáhara
Como era de esperar, la inclusión de Sudáfrica en los contactos de De Mistura ha sido recibido de forma muy diferente por Marruecos y el Frente Polisario, al tratarse del país que, junto con Argelia, es desde hace años el principal sostén diplomático del Polisario en el continente africano.
El peso político de Sudáfrica en el continente es innegable, y más desde su protagonismo en la denuncia a Israel ante la Corte Internacional de Justicia por la guerra de Gaza, que se suma a una postura tradicional de apoyo a todos los movimientos anticolonialistas.
A consultas de EFE sobre la razón del Enviado de sumar a Sudáfrica a sus contactos, la oficina de De Mistura rechazó dar ninguna explicación, remitiéndose a las palabras de Dujarric y a la discreción con que el diplomático italo-sueco lleva a cabo su labor.
El representante del movimiento saharui ante la ONU, Sidi Mohamed Omar, dijo por su parte a EFE que la visita de De Mistura está plenamente justificada "si se tiene en cuenta el importante papel desempeñado por Sudáfrica a favor de soluciones pacíficas y justas a los conflictos en África y más allá de ese continente", en clara referencia a la denuncia contra Israel.
Omar añadió que Sudáfrica "es un país reconocido internacionalmente por su firme defensa de las causas justas, como el Sáhara Occidental y Palestina (además de que tiene) un firme compromiso con el derecho internacional y un orden mundial basado en normas y anclado en el sistema de la ONU".
Pero es justamente esta cercanía de Sudáfrica con el Polisario la que ha soliviantado a Marruecos, una cercanía que "descalifica a Sudáfrica de cualquier interferencia en el dossier del Sáhara marroquí", dijo el embajador marroquí en esas declaraciones.
"Marruecos no permitirá nunca a Sudáfrica tener cualquier papel en el dossier del Sáhara marroquí. Pretoria ha sido y sigue siendo tóxica para la cuestión del Sáhara marroquí", zanjó Hilale.
Para Marruecos, el conflicto del Sáhara debe quedar en el marco del Consejo de Seguridad y en la fórmula de mesas redondas donde se sienten Rabat, el Polisario, Argelia y Mauritania, siendo obligatoria la presencia de Argelia como principal valedora del Polisario, pero Argelia se niega a participar en ellas.
Ha sido este bloqueo el que ha llevado a De Mistura a explorar otras soluciones, pero la vía sudafricana aparenta ser de corto recorrido. Salvo que De Mistura trate de imponerse a Marruecos y saltarse sus advertencias. EFE
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