El Tribunal Militar de Apelaciones de Roma confirmó la sentencia a 29 años y dos meses de prisión para el oficial naval italiano Walter Biot, quien en marzo del año pasado fue condenado por espionaje por revelar información confidencial relativa a la OTAN a un empleado de la Embajada rusa en Italia a cambio de dinero.
Aunque la Fiscalía Militar de Roma pedía una pena de cadena perpetua, Biot fue condenado a 30 años en prisión que ahora, tras su apelación, se ven rebajados en apenas diez meses.
La resolución del Tribunal Militar de Apelaciones confirma así la primera condena tras una deliberación que ha durado casi cinco horas, recoge AdnKronos.
Biot fue declarado culpable de entregar documentos clasificados a Dmitri Ostroujov, empleado de la Embajada rusa en Roma, en marzo de 2021 a cambio de 5.000 euros.
Entre las pruebas se encuentran vídeos en los que se observa al militar italiano tomar fotografías de la pantalla de su ordenador, en la que se ve información clasificada.
Además de la causa abierta en la Justicia castrense, Biot también fue condenado hace diez días a 20 años de prisión por un Tribunal de lo Penal de Roma por estos mismos delitos.
Esta sentencia 10 años menor que la militar fue aprovechada por su defensa, que señaló que “siguiendo así”, Biot acabaría saliendo en libertad.
Actualmente, el capitán de fragata se encuentra detenido en la prisión militar de Santa Maria Capua Vetere, ubicada al norte de la ciudad de Nápoles, cumpliendo la sentencia impuesta en marzo del año pasado por el Tribunal Militar de Roma. Biot fue detenido en marzo de 2021.
Escándalo y disputa diplomática con Moscú
Biot, de 58 años, capitán de fragata que trabajaba en la oficina del Jefe del Estado Mayor de la Defensa, fue detenido en Roma en marzo de 2021 después de que unos agentes que le seguían en un aparcamiento le vieran entregar documentos clasificados a un militar ruso a cambio de 5.000 euros (5.440 dólares).
Los fiscales militares -que habían defendido que Biot debía ser condenado a cadena perpetua- afirmaron que algunos de los 19 documentos que Biot supuestamente fotografió con su smartphone eran “altamente reservados de la OTAN”, de los cuales uno era “alto secreto”, según la agencia de noticias italiana Ansa.
En la causa penal, Biot estaba acusado de espionaje, revelación de secretos de seguridad nacional y corrupción.
Tras la detención de Biot, su esposa declaró a un periódico que había estado “desesperado” por conseguir dinero.
“Mi marido no quería joder el país. Les dio a los rusos lo mínimo que podía entregar. Nada muy comprometedor. Porque no es estúpido, irresponsable.”, dijo la esposa de Biot, Claudia Carbonara, al diario Il Corriere della Sera. “Solo estaba desesperado. Desesperado por nuestro futuro y el de nuestros hijos”.
Según Carbonara, su salario de 3.000 euros al mes era insuficiente para mantener a su familia, compuesta por cuatro hijos -uno de ellos con una grave discapacidad- y cuatro perros.
En el momento de la detención, la policía no pudo detener al funcionario de la embajada rusa que se reunía con Biot debido a su inmunidad diplomática.
Pero él y otro funcionario ruso fueron rápidamente expulsados de Italia, mientras que Rusia expulsó a un diplomático italiano en Moscú casi un mes después.
(Con información de Europa Press y AFP)