París, 25 ene (EFE).- A seis meses de que se encienda el pebetero de los Juegos Olímpicos de París 2024, Tony Estanguet, el alma de la organización, asegura que "todo va según lo previsto", pero en una entrevista con EFE alerta contra una relajación que tire por tierra diez años de trabajo y exige "mantener la ambición hasta el final".
El triple medallista olímpico de piragüismo, actual presidente del Comité Organizador, tiene suficiente experiencia como para saber que "entrenar bien no te garantiza la victoria, pero si no lo haces no puedes ganar", por lo que cree que París "será una fiesta y que Francia brillará en el mundo".
"Todavía no estamos a punto, pero es normal. No quiero que lo estemos antes de la cuenta porque entonces habría un riesgo de relajarse, de desconcentrarse", señala Estanguet, convencido de que, a medida que la llama olímpica se acerque a la capital francesa, el entusiasmo de la población irá en aumento.
Con la soltura con la que remaba sobre una canoa, ahora sortea los temas polémicos, como el precio de los transportes multiplicado por dos, que justifica para que "no sea el contribuyente francés el que tenga que rascarse el bolsillo", o el de los hoteles, que "lamenta", pero que engloba dentro del "normal juego de la oferta y la demanda que siempre se produce con este tipo de acontecimientos".
Después de renunciar a la promesa de que los transportes públicos serían gratuitos durante los Juegos, las autoridades regionales anunciaron que el precio de los billetes de metro pasaría de 2,10 a 4 euros durante la duración de la competición.
En paralelo, los precios de los hoteles y de los pisos de alquiler vacacional están registrando una subida exponencial a medida que se aproxima la ceremonia de inauguración.
"Tendemos a hablar de los asuntos negativos, molestos, pero mi papel es equilibrar las cosas y recordar que vamos a hacer unos Juegos si apenas dinero público", saca pecho.
Entre tanto, insiste en la voluntad de organizar unos Juegos que quieren ser ejemplares y rechaza el discurso pesimista poniendo sobre la mesa los buenos resultados obtenidos, para él, una garantía de que todo saldrá bien.
"Nada ha sido olvidado", ya que Francia "sabe acoger las grandes competiciones" y cuenta con "los mejores expertos", afirma.
"No creo en que haya un desastre de última hora, algo increíble, inesperado. Lo hemos tenido todo en cuenta, hemos analizado 3.000 riesgos potenciales y posibles trampas, hemos imaginado todo lo que podría pasar. Y ahora estamos preparados, tenemos las ganas y un proyecto excepcional", agrega Estanguet.
Estanguet indicó que el objetivo en este medio año es "ser eficaces y estar al máximo nivel", convencido de que "lo que va a marcar la diferencia es la capacidad de reunir durante los Juegos toda la energía".
Más allá de algún problema en la Villa Olímpica o en ciertas instalaciones, todo va según lo previsto. Las obras respetan los plazos y apenas se han superado los presupuestos iniciales, pese a que, entre tanto, han atravesado la crisis de la covid y un incremento inusual de la inflación y de los costes de materiales, desgrana.
"Es un alivio", asegura Estanguet que, sin embargo, sabe que "siempre hay inquietudes e interrogantes", pero cree que París tiene menos que otras ciudades que organizaron los Juegos en el pasado.
"Y, al final, el deporte tomará el poder (...) Espero que las leyendas hagan soñar a los espectadores" y den paso al entusiasmo ahí donde ahora hay "preocupación legítima", señala.
Estanguet sabe que Francia y el mundo están expectantes porque el listón está alto. París aspira a organizar los primeros Juegos ecológicos, inclusivos, paritarios y financieramente equilibrados.
"En cada decisión que hemos tomado hemos buscado la audacia, nunca nos hemos decantado por lo fácil", explica el exdeportista. Eso les llevó a programar la ceremonia inaugural sobre el Sena, a celebrar algunas competiciones en monumentos históricos de la ciudad o a incluir en el programa olímpico disciplinas urbanas como el 'break dance'.
"Mi experiencia me dice que solo se gana con ambición", insiste Estanguet, que espera que París marque una nueva era en el olimpismo y que más ciudades se lancen a la organización de Juegos en el futuro.
Él, que se bautizó en la aventura olímpica en Barcelona'92, donde sus padres le llevaron a la Seu d'Urgell a presenciar el piragüismo, es un convencido de "la utilidad de los Juegos", algo que aprendió en la capital catalana y cuyo ejemplo de transformación le ha inspirado en su función al frente de París 2024.
Sabedor de que la cita llega en un contexto geopolítico excepcional, Estanguet reitera que los Juegos son "un momento para el reencuentro" dejando de lado las rencillas y que en su papel de organizador tratará de que los atletas rusos, ucranianos, israelíes o palestinos puedan convivir y competir en las mejores condiciones.
"Los Juegos siguen siendo este espacio universal que acoge a todo el mundo. Yo sé que unos Juegos pueden cambiarte la vida", afirma.
Luis Miguel Pascual