La Habana, 23 (EFE).- La delegada del Gobierno colombiano en las negociaciones con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Vera Grabe, se mostró este martes confiada en que los diálogos en La Habana sirvan también para "pensar el horizonte" de la guerrilla "en paz".
En unas declaraciones difundidas a los medios con motivo de la instalación formal de la mesa del sexto ciclo de diálogos de paz en la capital cubana, Grabe abogó también por un "diálogo franco" y por mantener y profundizar en lo acordado en las cinco rondas de negociación previas.
"Esperamos no solamente mantener lo acordado sino profundizarlo", señaló Grabe, que dijo que la cita, que se prolongará por más de dos semanas contribuya asimismo "a pensar el horizonte del ELN en la paz".
Los temas en los que se va a trabajar, agregó, "tienen que ver con el cese al fuego, la misión de verificación, la prórroga del cese al fuego, el desarrollo de las zonas críticas, el fortalecimiento de los procesos de participación, de atención a temas humanitarios como las cárceles y las zonas donde se afecta a la población por el conflicto armado".
"Esperamos que, en un diálogo franco, en buscar puntos de acuerdo, avancemos en este sentido y avancemos así en el proceso de paz", concluyó Grabe.
Sus declaraciones se difundieron poco después de que el alto comisionado para la Paz de Colombia, Otty Patiño, anunciase que ya hay un acuerdo para prolongar otros seis meses el cese al fuego bilateral entre el Gobierno colombiano y el ELN, que acababa inicialmente el 29 de enero y era el principal punto de las conversaciones en La Habana.
"Ya hay un acuerdo, falta que ahora el Gobierno emita el decreto y que ellos (el ELN) den la orden del cese al fuego", dijo Patiño en declaraciones a EFE en Tumaco, en el Pacífico colombiano, adonde se trasladó esta semana el gabinete del presidente colombiano, Gustavo Petro.
Fuentes del ELN, por su parte, matizaron a EFE que "hay un acuerdo sobre la posible extensión del cese", por lo que todavía no es una decisión firme, ya que las dos partes instalaron hoy mismo en La Habana con una sesión plenaria el sexto ciclo de diálogos de paz.
En México, en el quinto ciclo, ya se acordó la creación de condiciones para la prórroga, pero ahora sobre la mesa las partes tienen que definir los detalles, las condiciones e incluso la duración.
La prórroga del cese al fuego supondrá la extensión del mayor cese al fuego acordado entre el Gobierno y la última guerrilla de Latinoamérica, que entró en vigor el 3 de agosto de 2023.
En estos seis primeros meses, el cese al fuego ha resultado en una reducción de la violencia pero ha tenido altibajos, sobre todo cuando se conoció el secuestro por parte de la guerrilla de Manuel Díaz, padre del futbolista Luis Díaz, del Liverpool.
Las partes llegaban a La Habana con la voluntad de renovarlo, pero con condiciones: el ELN pedía "garantías" de que el cese cumpliera "su función principal", que era mejorar las condiciones de vida y los derechos humanos de la población civil, mientras que el Gobierno quería ampliar los términos y lo que implicaba el cese de hostilidades.
El actual cese al fuego se limita a prohibir acciones ofensivas en contra de la otra parte y cualquier acción no permitida por el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y el Gobierno quiere, en palabras de la jefa negociadora Vera Grabe, "que se incluyan más lo que se llaman acciones violatorias más allá del secuestro, aquellas que afectan a la población".