Fuerzas de Estados Unidos y Reino Unido han llevado a cabo este lunes la que supone la octava oleada de ataques en diez días contra objetivos de las milicias hutíes de Yemen. El Departamento de Defensa estadounidense ha explicado que han atacado un almacén subterráneo y varias instalaciones de vigilancia y de misiles de los hutíes en una serie de "ataques adicionales, proporcionados y necesarios". "Nuestro objetivo principal es reducir la escalada de tensión y restablecer la estabilidad en el mar Rojo, pero reiteramos nuestra advertencia a los dirigentes hutíes: no vamos a vacilar en defender las vidas y la libre circulación del comercio en una de las vías marítimas más importantes del mundo que está siendo amenazada continuamente", ha indicado el Pentágono. Los primeros ataques contra los hutíes se produjeron el 11 de enero, después de que éstos atacaran a varios barcos mercantes en la zona e incluso secuestraran uno de ellos. En la operación han participado aviones de combate del portaaeronaves estadounidense 'USS Eisenhower'. Cuator cazas Typhoon de la Real Fuerza Aérea británica apoyados por aviones cisterna Voyager han intervenido también, según ha destacado el Ministerio de Defensa británico. "Se ha realizado un análisis muy riguroso para planificar los ataques para minimizar cualquier peligro de víctimas civiles, igual que en los ataques anteriores. Nuestros aviones han bombardeado de noche para mitigar aún más este riesgo", ha explicado Londres. Fuentes militares estadounidenses citadas por la cadena CNN han indicado que en esta ocasión han sido atacados menos de diez lugares, lejos de los más de 30 que fueron bombardeados el 11 de enero, fecha de inicio de la denominada Operación Arquero de Poseidón.