Roma, 22 ene (EFE).- Con un gol en el último suspiro, el argentino Lautaro Martínez coronó al Inter como Supercapeón de Italia por tercer año consecutivo y por octava vez en su historia al derrotar a un Nápoles (0-1) al que condenó la expulsión del argentino Giovanni Simeone al principio de la segunda mitad.
Lautaro. Siempre Lautaro Martínez. Es el emblema actual del Inter, el líder 'nerazzurro' que representa el funcionamiento de un equipo que no falla desde hace mucho, exactamente el mismo lleva sin hacerlo su capitán. El Inter llegó a Arabia como favorito y se fue como Supercampeón. Con el argentino es todo mucho más fácil, porque siempre aparece, siempre está para inclinar la balanza con una acción clave. La última ha significado otro título. Nada nuevo.
La final de la primera Supercopa con el formato de cuatro equipos reunió a los dos mejores de la temporada pasada y tuvo un inicio amargo debido a la mala noticia del fallecimiento de la leyenda 'Gigi' Riva, máximo goleador histórico de la selección italiana. Fue tan repentino que no dio tiempo a organizar un minuto de silencio que se retrasó al inicio de la segunda parte, empañado por los pitos saudíes en el Al-Awwal Park de Riad.
El partido enfrentó al actual dominador del 'calcio', un Inter desatado y claro favorito, con un Nápoles venido a menos con la oportunidad de relanzarse con la consecución de un título. Un duelo casi resumido en una obligación, la del Inter, contra una oportunidad de oro, la del Nápoles.
La primera parte no pudo estar más igualada. Se notó que era una final y que el Nápoles subió el nivel respecto a los últimos meses. El Inter no tiene problema en jugar sin balón y, pese a estar algo gris, tuvo la ocasión mas clara del partido, un gol de Lautaro Martínez anulado por fuera de juego de Thuram.
La segunda parte apuntaba a ser una réplica exacta de la primera. Subió la intensidad, el duelo se cargó de amarillas e interrupciones, pero en el minuto 60 se produjo la jugada clave del duelo: el 'Cholito' Simeone vio en cinco minutos dos amonestaciones y se marchó expulsado. El Inter se creció y el Nápoles comenzó su resistencia.
El dominio pasó a ser incontestablemente 'nerazzurro'. Inzaghi, que peleaba también por convertirse en el entrenador con más Supercopas de Italia (5, con esta), fue introduciendo poco a poco cambios ofensivos con la entrada de Carlos Augusto, de Frattesi, de Arnautovic y de Alexis Sánchez para hundir a un Nápoles que achicó aguas como pudo hasta que Lautaro impuso su ley.
Los del Vesubio hicieron un gran partido, pero sucumbieron en la orilla al mejor delantero actual en el 'calcio'.
Porque el estado de forma por el que transita Lautaro desde hace dos temporadas es inevitable. Da igual las veces que falle, porque siempre aparece. Esta vez aguantó hasta el final, pero no falló a su cita con el gol. El Inter estaba volcado en ataque y el Nápoles encerrado en el área. Pavard llegó a línea de fondo y lanzó un centro raso. Entre la maraña de piernas, solo una consiguió golpear el balón. Lautaro celebró, el Inter salió campeón e Inzaghi es ya histórico.
El Inter volvió a hacer lo que mejor se le da últimamente: ganar. No falla porque Lautaro no falla. Es supercampeón por octava vez en su historia y por tercera vez consecutiva. Con Lautaro, este Inter aspira a todo.
-- Ficha técnica:
0 - Nápoles: Gollini; Di Lorenzo, Rrahmani, Juan Jesus; Mazzocchi (Mario Rui, m.74), Cajuste (Raspadori, m.74), Lobotka, Zerbin (Ostigard, m.58); Politano (Lindstrom, m.70), Kvaratskhelia (Gaetano, m.70); y Simeone .
1 - Inter: Sommer; Pavard, De Vrij (Carlos Augusto, m.63), Acerbi; Darmian, Barella (Frattesi, m.63), Calhanoglu, Mkhitaryan, Dimarco (Arnautovic, m.81); Lautaro (Bisseck, m.93) y Thuram (Alexis, m.81).
Gol: 0-1, m.90: Lautaro.
Árbitro: A. Rapuano. Amonestó a Rrahmani (m.42), Zerbin (m.46), Simeone (m.55, m.60), Mazzarri (entrenador, m.76) y Gaetano (m.90) por parte del Nápoles; y a Calhanoglu (m.45), De Vrij (m.47), Barella (m.55) y Lautaro (m.93), del Inter.
Incidencias: final de la Supercopa de Italia disputada en el Estadio Al-Awwal Park de Riad (Arabia Saudí).
Tomás Frutos
Roma, 22 ene (EFE).- El argentino Lautaro Martínez, delantero del Inter que este lunes decidió la final ante el Nápoles (0-1) con el único gol del partido, el número 123 con la camiseta interista, levantó por vez primer como capitán un título con los 'nerazzurri'.
Lautaro ya es histórico con el Inter. Capitán y emblema interista, alzó al cielo de Riad (Arabia Saudí) la octava Supercopa de Italia del club, que persigue al Juventus (9), máximo ganador de este título. Es la tercera consecutiva de los del italiano Simone Inzaghi, que se convirtió gracias al ariete argentino en el entrenador que más veces ha ganado este título.
Con un gol en el minuto 90, rematando el centro raso del galo Benjamin Pavard en el corazón del área, Lautaro acabó con la resistencia de un Nápoles que compitió bien, pero al que la expulsión del argentino Giovanni 'Cholito' Simeone en el minuto 60 pesó sobremanera en los minutos finales.
"Estoy muy orgulloso, muy contento. Era uno de nuestros objetivos porque hemos estado eliminados de Copa. Hemos visto que jugando no hemos estado del todo bien pero lo importante era ganar", declaró a MEdiaset al término del encuentro.
El gol del capitán interista evitó los penaltis, pues en caso de empate el duelo se hubiera decidido directamente desde los once metros.
Un tanto que significó su gol número 123 con la camiseta del Inter, con la que igualó en la novena posición de los máximos goleadores del club al italiano Christian Vieri.
"Es una emoción grande porque a veces no se piensan estas cosas. Un momento increíble, hice mi gol 100 en final de Copa Italia y ahora en otra final le alcanzo a él", dijo con cariño el 'Toro'.