Rusia protesta ante el embajador francés por la cada vez mayor implicación de París en la guerra de Ucrania

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha convocado este viernes al embajador francés en Moscú, Pierre Levy, en protesta por lo que las autoridades rusas consideran como una mayor implicación del Gobierno galo en la guerra en Ucrania, iniciada en febrero de 2022 tras la invasión rusa. Esta protesta de Moscú se produce después de que esta misma semana el Ministerio de Defensa anunciara haber destruido en la ciudad ucraniana de Járkov unas instalaciones destinadas al entrenamiento de mercenarios, entre los que se encontraba una gran cantidad de nacionales franceses. Las autoridades francesas, por su parte, salieron ya el jueves a negar tales acusaciones y afirmaron que París no cuenta con mercenarios desplegados "ni en Ucrania, ni en otros lugares, a diferencia de otros países". "Se trata de una nueva y cruda manipulación rusa", rechazó la diplomacia gala. Ahora, las autoridades rusas han trasladado a Levy su rotundo rechazo a esta supuesta presencia de mercenarios franceses en territorio ucraniano combatiendo del lado de Kiev, y han señalado al embajador galo que la muerte de sus compatriotas "pesa en la conciencia de París", reza un comunicado de la diplomacia rusa. Así las cosas, desde el Ministerio de Exteriores de Rusia han advertido de que Occidente, incluido Francia, está conduciendo el conflicto en Ucrania hacia una guerra a través de terceros y están aumentado los suministros armamentísticos a Kiev, contradiciendo las declaraciones sobre la importancia de la paz. "Esperamos que el público francés en general reciba finalmente información veraz sobre la magnitud real de la participación de Francia en el conflicto y se dé cuenta de la responsabilidad por la muerte y el sufrimiento de un número cada vez mayor de personas, que tiene que compartir con sus autoridades", concluye la diplomacia. El Ministerio de Defensa de Rusia aseguró el miércoles haber "destruido" un centro de reclutamiento de mercenarios extranjeros ubicado en la ciudad de Járkov, en el noreste de Ucrania, logrando abatir a más de 60 de ellos, en gran parte de nacionalidad francesa.