Jerusalén, 19 ene (EFE).- Gaza está viviendo el corte de conexión telefónica e internet más largo desde el inicio de la guerra con Israel el 7 de octubre, y lleva ya ocho días de apagón, lo que dificulta tanto la comunicación interna como con el exterior.
"La interrupción de los servicios de comunicaciones y de Internet en Gaza entró en el octavo día este viernes, y es la más larga desde el inicio de la agresión israelí a la Franja", informó la agencia de noticias palestina Wafa.
El pasado viernes, las dos principales empresas de telefonía e internet palestinas, Paltel y Oredoo, informaron del cese total del servicio en Gaza ante la intensidad de la ofensiva de Israel.
"Las principales líneas para las empresas de telecomunicaciones e internet fueron dañadas repetidamente, lo que llevó al cese de todos nuestros servicios en el sur y centro de la Franja", dijo la semana pasada Oredoo, cuyo servicio sigue en parte funcionando en el norte.
Por su parte, el vicepresidente de la junta directiva de la Autoridad Reguladora de Comunicaciones, Ihab Sobeih, aseguró que las líneas "están completamente cortadas" en centro y sur de la Franja.
A su vez, empleados de la empresa Paltel, que presa servicios en este área, no pudieron llegar a reparar los daños en sus centrales "debido a la falta de caminos seguros y la dificultad de circulación como consecuencia de la destrucción masiva de carreteras". A eso se añade la escasez de material de repuesto, agregó Sobeih.
También denunció que "los equipos técnicos se han visto expuestos a ataques directos mientras realizaban su trabajo", y la semana pasada, dos trabajadores murieron mientras realizaban tareas de reparación en el área de Jan Yunis porque su vehículo recibió "el impacto de un misil directo".
Esta es la séptima vez que las comunicaciones quedan cortadas en Gaza, mientras que los vastos daños materiales a la infraestructura telecomunicativa y la falta de combustible también ha ido provocando "repetidas interrupciones y presión en la red" en los últimos meses.
Todo ello ha llevado a que la Media Luna Roja Palestina tenga "una pérdida total de comunicación con sus equipos que trabajan en Gaza", y la situación "aumenta los desafíos que enfrentan los equipos sanitarios para brindar sus servicios y llegar a los heridos lo más rápido posible".