El sultán de Brunéi agradece el apoyo y atención a la boda de diez días de su popular hijo

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Ceremonia nupcial entre el príncipe Abdul Mateen y Anisha Rosah, en el palacio Istana Nurul Iman, en Bandar Seri Begawan, Brunei. EFE/RUDOLF PORTILLO
Ceremonia nupcial entre el príncipe Abdul Mateen y Anisha Rosah, en el palacio Istana Nurul Iman, en Bandar Seri Begawan, Brunei. EFE/RUDOLF PORTILLO

Bangkok, 19 ene (EFE).- El sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah, agradeció en un discurso el apoyo y atención a la boda de su hijo, el popular príncipe Abdul Mateen, que se extendió hasta el pasado martes tras diez días de lujosos festejos.

El monarca aseguró en su alocución el jueves que la familia real está "conmovida" por el júbilo mostrado por la población y por la asistencia de los invitados extranjeros a las nupcias de su hijo, entre ellos miembros de la realeza de Jordania, Arabia Saudí o Bután, así como mandatarios de Indonesia, Malasia y Singapur.

"Lo que ilustra lo bien preservada que están las costumbres de Brunéi pese al paso del tiempo", añadió, según recoge hoy el diario local Borneo Bulletin.

La boda del príncipe Abdul Mateen de Brunéi, estrella de Instagram por las fotos de su vida glamurosa, que ven unos 2,5 millones de seguidores, y su compatriota Anisha Rosah finalizó este martes con un elaborado ritual musulmán tras diez días de festejos en el sultanato.

Entre los rituales realizados entre el 7 y el 16 de enero destacan la bendición a la pareja por parte de las familia el miércoles y el casamiento oficial el jueves de la semana anterior por un rito musulmán, al que asistió el príncipe (32 años) pero no la novia (29 años), que estuvo representada por un familiar masculino, según la tradición.

Pero el clímax de las celebraciones fue el domingo con la procesión de la pareja en un Rolls-Royce ante miles de personas en las calles y la recepción en el palacio real, a la que asistieron los invitados extranjeros.

La atractiva pareja ofrece un aire de modernidad al tradicional ambiente del sultanato, algo que se puede observar en las fotos que comparte el príncipe Mateen en Instagram, donde cuenta con más seguidores que la población del país (445.000 habitantes).

Así, el joven aparece en fotos con elegantes trajes con la Torre Eiffel de fondo, jugando al polo, volando en un avión de combate y hasta luciendo abdominales.

En contraste con la imagen moderna del joven, Brunéi -que alberga grandes reservas de petróleo y gas- es un país ultraconservador que contempla la pena de muerte para las relaciones homosexuales entre hombres, entre otros castigos basados en la sharia o ley islámica, si bien aplica una moratoria de facto al castigo capital.

La reforma legislativa del Código penal en 2019 consumó el giro conservador de esta nación musulmana del Sudeste Asiático gobernada con puño de hierro por el sultán Hassanal Bolkiah, uno de los hombres más ricos del mundo y quien ejerce de máximo representante del islam en el país.

El sultán gobierna esta conservadora nación islámica desde 1967 y fue nombrado primer ministro en 1984 tras su independencia del Reino Unido.

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