La pesca de arrastre de fondo contribuye al calentamiento global

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Un estudio realizado por un equipo global de expertos en clima y océanos de la Universidad Estatal de Utah, el Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA, la Universidad de California en Santa Bárbara, la Universidad de Columbia y la Universidad James Cook y Mares Prístinos de National Geographic (Estados Unidos) determina que la pesca de arrastre de fondo es responsable de inyectar hasta 370 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono a la atmósfera cada año. Además, revela que la pesca de arrastre en el este de China, el Báltico, el Mar del Norte y el Mar de Groenlandia tiene la mayor huella climática. Los investigadores utilizaron datos sobre la pesca de arrastre de fondo realizada a nivel mundial entre 1996 y 2020 y modelos sofisticados para calcular qué cantidad de dióxido de carbono producido por la pesca de arrastre de fondo ingresa finalmente a la atmósfera. Los resultados se publican en 'Frontiers in Marine Science'. Este estudio se basa en investigaciones fundacionales recientes que encuentran que la cantidad de dióxido de carbono liberado en el océano por la pesca de arrastre de fondo es mayor que las emisiones anuales de carbono de la mayoría de los países y en el mismo orden de magnitud que las emisiones anuales de dióxido de carbono de la aviación global. En concreto, se estima que la cantidad de carbono que la pesca de arrastre de fondo libera a la atmósfera cada año duplica las emisiones anuales provenientes de la quema de combustible de toda la flota pesquera mundial: alrededor de 4 millones de embarcaciones. El nuevo estudio también evalúa qué sucede con el carbono que queda atrapado en las aguas del océano después de que se realiza la pesca de arrastre de fondo. Concluye que entre el 40% y el 45% del carbono total desprendido del fondo del océano por la pesca de arrastre permanece en el agua, lo que lleva a una mayor acidificación localizada del océano. Este aumento de acidez daña la vida vegetal y animal de la zona donde se desarrolla la actividad pesquera. Además, esta nueva investigación identifica áreas oceánicas donde las emisiones de carbono provenientes de la pesca de arrastre de fondo son especialmente altas, incluidos el Mar de China Oriental, el Mar Báltico y el Mar del Norte, y el Mar de Groenlandia. Los investigadores concluyen que el Sudeste Asiático, la Bahía de Bengala, el Mar Arábigo, partes de Europa y el Golfo de México también son probablemente fuentes importantes de emisiones de carbono debido a la pesca de arrastre. Sin embargo, actualmente se carece de datos suficientes sobre el alcance y la intensidad de la pesca de arrastre de fondo en estas áreas. "En este momento, los países no tienen en cuenta las importantes emisiones de carbono de la pesca de arrastre de fondo en sus planes de acción climática", concluye el doctor Enric Sala, director ejecutivo del Proyecto Pristine Seas (Estados Unidos). "Nuestra investigación deja claro que abordar estas y otras emisiones oceánicas es fundamental para frenar el calentamiento del planeta, además de restaurar la vida marina. La buena noticia es que la reducción de las emisiones de carbono de la pesca de arrastre de fondo generará beneficios inmediatos. La mala noticia es que retrasar la acción garantiza que las emisiones de la pesca de arrastre seguirán filtrándose a la atmósfera dentro de una década", añade.

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