Lisboa, 17 ene (EFE).- Las autoridades portuguesas retiraron unos 950 'pellets' de sus playas, cerca de un kilogramo, desde el pasado 8 de enero, aunque desconocen si parte de ellos proceden del vertido que afecta a las costas españolas y no prevén que lleguen al país grandes cantidades en los próximos días.
El portavoz de la Autoridad Marítima Nacional, el comandante José Sousa Luís, confirmó este miércoles a EFE que entre los días 8 y 16 de enero se recogieron cerca de 950 'pellets' entre Caminha, en la frontera con Galicia, y Figueira da Foz, a unos 230 kilómetros al sur.
Por el momento, se desconoce si algunos de estos 'pellets', también conocidos como granzas, pueden proceder del vertido del buque Toconao, que dejó caer al mar el pasado 8 de diciembre a la altura de Viana do Castelo, en aguas portuguesas, seis contenedores con 26,3 toneladas de bolitas de plástico.
Una parte de las granzas recogidas en Portugal no pueden proceder del mismo vertido porque están demasiado desgastados, según las autoridades.
La AMN activó el pasado 8 de enero el Plan Mar Limpio, un dispositivo para combatir la contaminación causada por vertidos de hidrocarburos o sustancias peligrosas, y realiza patrullas diarias centradas en identificar estos microplásticos en las playas.
Además, el Instituto Hidrográfico de la Marina Portuguesa está monitorizando la situación con calculadores de deriva para analizar el rumbo que puede seguir el vertido del Toconao según las condiciones meteorológicas, como el viento, las corrientes y el oleaje.
Por el momento, las previsiones del Instituto Hidrográfico recogen que no se espera la llegada de grandes cantidades de 'pellets' a la costa portuguesa.