Ramala (Cisjordania), 16 ene (EFE).- El proceso en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en que Sudáfrica acusa a Israel de genocidio en la Franja de Gaza da esperanza a los palestinos de que el tribunal de la ONU obligue a un alto el fuego como medida cautelar, tras meses de la ofensiva más mortífera en su historia.
Sin embargo, no creen que ningún fallo logre frenar la guerra de manera permanente, como mucho elevar la presión internacional.
"Sudáfrica nos alegró mucho al presentar su denuncia por genocidio ante la corte, generando repercusión mundial contra Israel. Ya es algo", afirmó a EFE Mahmud, joven de la ciudad de Ramala, capital de facto de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania ocupada, donde la guerra no se sufre directamente, pero sí impacta y entristece a su población en un pico de violencia también regional.
Después de que la semana pasada Sudáfrica e Israel expusieran sus argumentos en dos audiencias separadas ante la CIJ en su sede de La Haya, se espera que los jueces de la corte se pronuncien dentro de unas semanas sobre si imponen medidas cautelares al Estado judío.
Así lo pidió Sudáfrica, que exige la "suspensión inmediata de actividades militares" en Gaza para frenar lo que considera como violaciones de la Convención sobre el Genocidio por parte de Israel en su guerra contra Hamás.
Esta ya causó más de 24.000 muertos en la Franja, un 70% de ellos mujeres y niños; mientras Israel niega la acusación de genocidio y arremete contra Sudáfrica se pone del lado del grupo islamista, que el 7 de octubre mató a unas 1.200 personas y secuestró a unas 250 en suelo israelí en el ataque que hizo estallar el conflicto bélico.
La iniciativa del país africano da cierta esperanza a la población palestina en una de las etapas más negras de su historia, y pese a que muchos palestinos de Gaza casi no saben de ello por el apagón de telecomunicaciones y el aislamiento con el mundo exterior, en Cisjordania o Jerusalén Este ocupados sí tuvo repercusión.
"La abrumadora mayoría de palestinos espera que la CIJ emita una orden pidiendo un alto el fuego inmediato que acabe con la masacre de civiles en Gaza", dice a EFE Khalil Shikaki, director del Centro Palestino para Investigación Política y Encuestas.
También cree que la mayoría de palestinos ven las acciones de Israel en Gaza como pruebas de un genocidio en curso.
"La cifra de civiles asesinados, las restricciones de acceso al agua o comida, los ataques contra familias enteras" y la devastación generalizada, todo ello "es tomado por los palestinos como evidencia de que Israel comete atrocidades y un genocidio en Gaza", asegura.
Así lo percibe también Maha Abdallah, abogada palestina y experta en derechos humanos, que señala que con los pasos dados en la CIJ, "muchos palestinos sintieron que al menos se les había dado algún reconocimiento, y fue muy importante que lo hiciera Sudáfrica, un pueblo que aún trata de superar el apartheid y la opresión".
"Siendo palestinos y cuando realmente nunca tuvimos justicia ante el derecho internacional, esta vez Sudáfrica nos dio esperanzas, y creo que hay opción de que la corte ordene parar el genocidio", señala a EFE Shuruq Asad, portavoz del Sindicato de Periodistas Palestinos.
Si la corte no impone medidas que pidan el freno de la ofensiva israelí, "esto demostrará que todo el mundo es socio en ello, y será un ataque a lo que queda de humanidad en el planeta", alertó.
Más allá de pedir el fin de la campaña militar, Sudáfrica exige que la corte imponga medidas que permitan la entrada de más ayuda humanitaria en Gaza, bajo rígido cerco de Israel, que solo autoriza acceso de alimentos, suministros básicos, combustible, agua o medicinas de forma limitada e insuficiente, lo que ha provocado una grave crisis humanitaria, marcada por la hambruna o la propagación de enfermedades contagiosas.
Pese a que las órdenes de la máxima corte de la ONU son de implementación obligatoria, esta no tiene mecanismos para hacerlas cumplir, y pocos creen que Israel se plantee acatarlas.
"Israel no cumplirá ninguna decisión del tribunal ni obedecerá un orden de alto el fuego", pronostica Shikaki. De hecho, su primer ministro, Benjamin Netanyahu, aseveró el sábado que la guerra contra Hamás seguirá "hasta el final" y no se frenará por el proceso en la CIJ.
Ante ello, los palestinos creen que cualquier medida de la corte no tendrá implicaciones directas sobre terreno, pero "sí aumentará la presión contra Israel para que acabe acordando un alto el fuego", añade Shikaki.
Una orden exigiendo el fin de la ofensiva podría "hacer reconsiderar la posición" de Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña o Francia, "que hasta ahora no han apoyado una tregua", remarca.
En opinión de Abdallah, familiarizada con procesos como el actual, la CIJ "seguramente no ordene un cese total de la operación militar de Israel", pero sí "una limitación de la ofensiva", y pese a que no se cumpla, esto ejercerá "mayor presión" sobre Israel y podría deterioraría aún más su imagen internacional.
Joan Mas Autonell