Bruselas, 15 ene (EFE).- La Unión Europea (UE) condenó este lunes "enérgicamente" el lanzamiento la víspera por Corea del Norte de un misil balístico de rango intermedio (IRBM), un tipo de arma que Pionyang no testaba desde 2022, y le instó a acabar con estas "acciones ilegales" que ponen en peligro la seguridad internacional.
Ante este lanzamiento de un misil de vuelo hipersónico, que puede suponer una futura amenaza para bases estadounidenses en el Pacífico, la UE pidió a Corea del Norte que "ponga fin a todas las acciones ilegales que socaven la paz y la seguridad internacionales en su región y más allá", dijo el portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior, Peter Stano, en una nota.
Para evitarlo, los Veintisiete reiteraron su llamamiento a Pionyang de entablar un diálogo con las partes pertinentes y a que cumpla con sus obligaciones en virtud de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU de abandonar sus armas nucleares y misiles balísticos de manera "completa, verificable e irreversible".
La agencia de noticias estatal norcoreana KCNA publicó una foto del proyectil, lanzado aparentemente desde uno de los complejos residenciales del presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, al noreste de Pionyang, el mismo lugar desde el cual se ha disparado en dos ocasiones el misil balístico de alcance intercontinental (ICBM) y combustible sólido Hwasong-18.
El régimen norcoreano ya probó en 2021 y 2022 misiles que llamó "hipersónicos" (que son aquellos que vuelan a velocidades al menos cinco veces superiores a la del sonido), aunque en ese caso empleaban combustible líquido, considerado menos eficiente.
En todo caso, la aparente trayectoria utilizada (según Seúl, el proyectil voló 1.000 kilómetros antes de caer al mar de Japón, mientras que Tokio habla de solo 500 kilómetros de recorrido y unos 12 minutos en el aire) no serviría en principio para verificar la maniobrabilidad de un misil IRBM, diseñado para golpear objetivos que, como mínimo, se sitúan a unos 3.000 kilómetros de distancia.
Las bases estadounidenses en Japón o las que están en la isla de Guam quedan a unos 3.500 kilómetros de donde se disparó ayer el IRBM. EFE
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