Sevilla, 13 ene (EFE).- El Sevilla inició este sábado la preparación de los octavos de final de la Copa del Rey, eliminatoria a partido único que le medirá el próximo martes al Getafe en la ciudad madrileña, y, con ese objetivo en su punto de mira, aparca momentáneamente su pobre caminar por LaLiga.
El equipo no ha tenido la pretendida reacción desde que Quique Sánchez Flores sustituyó en el banquillo al uruguayo Diego Alonso y con el técnico madrileño ganó su primera cita, en Granada (0-3), pero después encadenó tres derrotas, ante el Atlético de Madrid (1-0), Athletic Club (0-2) y la última en la noche de este viernes frente al Alavés (2-3).
El partido ante el conjunto vitoriano ha metido de lleno al conjunto de Nervión en la pelea por no entrar en puestos descenso, a los que podría caer a la conclusión de esta vigésima jornada según se den algunos resultados en estos encuentros con los que se abre la segunda vuelta del torneo.
En medio de un gran malestar de la afición por lo que ve en el terreno de juego y también en la dirección del club, Quique Sánchez Flores citó en la matinal de este sábado a sus futbolistas en la ciudad deportiva para un entrenamiento de recuperación tras la cita del viernes.
En esta sesión, la nota positiva la dio la presencia sobre el terreno de juego en los ejercicios con sus compañeros del extremo argentino Erik Lamela, que llevaba varias semanas de bajas en el proceso de recuperación de una dolencia física.
Lamela sale de una lista de lesionados en la que para la visita del Alavés también estaban el centrocampista serbio Nemanja Gudelj, el extremo belga Dodi Lukebakio, el portero noruego Orjan Nyland y el lateral izquierdo argentino Marcos Acuña.
También es baja el delantero marroquí Youssef En-Nesyri, que se encuentra con su selección para la Copa de África, mientras que habrá que ver el alcance de la lesión del defensa Kike Salas, quien el viernes tuvo que ser sustituido antes de que acabara la primera parte por un problema muscular.
En ese partido ante el Alavés, otro damnificado fue el centrocampista francés Boubakary Soumaré, quien vio la quinta amarilla y deberá cumplir un partido de suspensión, aunque este no será en la Copa y si en el de laLiga que disputará el Sevilla el próximo domingo en el campo del Girona. EFE
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