El líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) Mohamed Hamdan Dagalo, alias 'Hemedti', ha prometido este jueves al secretario general de la ONU, António Guterres, una estrecha cooperación con el nuevo enviado del organismo en Sudán, Ramtane Lamamra, para afrontar la grave crisis humanitaria que afronta el país por los combates entre las RSF y el Ejército. "Hoy he hablado con Guterres sobre la situación en Sudán y las negativas repercusiones de la guerra. Hemos explorado las formas para aliviar el sufrimiento humanitario experimentado por los civiles. (...) He expresado mi apoyo al nombramiento de Ramtane Lamamra como enviado especial (...) y he reiterado nuestro compromiso a cooperar con él", ha publicado 'Hemedti' en su cuenta de la red social X, antes Twitter. Además, ha informado al secretario general sobre las "graves violaciones" del Ejército contra los civiles, entre las que se encuentran bombardeos aéreos, matanzas, arrestos étnicamente motivados, impedimento de acceso a organizaciones humanitarias e imposición de restricciones contra trabajadores humanitarios. Cabe recordar que numerosas ONG han denunciado estos mismos crímenes cometidos por las RSF. Respecto al fin de las hostilidades, 'Hemedti' ha insistido en su intención de iniciar una ronda de negociaciones que aborden las causas del conflicto y que permitan reconstruir el país, desbastado por la guerra. Mientras que el líder del Ejército sudanés, el general Abdelfatá al Burhan, ha cerrado la puerta a cualquier negociación, las RSF y la coalición Tagadum, un grupo de organizaciones civiles encabezado por el ex primer ministro del país, Abdalá Hamdok, acordaron el pasado 2 de enero negociar un alto el fuego humanitario y la liberación de prisioneros de guerra, algo rechazado también por Al Burhan. Sudán está cerca de cumplir nueve meses de conflicto entre el Ejército sudanés y las RSF, enfrentamientos que estallaron el 15 de abril tras las fuertes discrepancias sobre la integración del entonces grupo paramilitar --ahora declarado en rebeldía-- en el seno de las Fuerzas Armadas, que hicieron descarrilar el proceso de transición abierto tras el derrocamiento de Omar Hasán Al Bashir después de 30 años de poder. La guerra en Sudán ha devastado por completo el país y generado una de las mayores crisis humanitarias de tiempos recientes en África. El país suma, conflicto tras conflicto, casi siete millones de desplazados forzados y la última guerra se ha retroalimentado con un histórico conflicto intercomunitario en la región de Darfur, escenario, según ONG, de constantes atrocidades desde el estallido de la guerra.