El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha alertado de que al no hacer frente a las desigualdades estructurales, se repetirán episodios como los del 8 de enero de 2023 en Brasilia, en los que una turba de violentos, espoleados por "políticos extremistas", atacaron las instituciones, cuando se cumple este lunes el primer aniversario de aquellos hechos sin precedentes en la historia del país. Lula ha recordado en un artículo con su firma en 'The Washington Post' cómo los las acusaciones infundadas de fraude al "internacionalmente reconocido" sistema electoral brasileño por aquellos que fueron elegidos por él, derivaron en unos ataques que no tenían otro objetivo más que acceder al poder de manera autoritaria. "Pero la democracia brasileña prevaleció y emergió más fuerte", ha dicho Lula, para quien es preciso fortalecer las capacidades del Estado para hacer frente a las desigualdades estructurales que explican el ascenso del "extremismo violento". Así, el presidente brasileño ha calificado lo ocurrido aquel día como "la culminación de un largo proceso promovido por líderes políticos extremistas" que pretendían desacreditar el sistema democrático en su propio beneficio. "Un gobierno que mejora las vidas es la mejor respuesta que tenemos para los extremistas que atacan a la democracia. En las últimas décadas, un modelo de desarrollo económico excluyente concentró la renta, fomentó la frustración, limitó los derechos de los trabajadores y alimentó la desconfianza en las instituciones públicas", ha contado el presidente brasileño en el citado artículo. En ese sentido, ha alertado de que cuando la democracia falla en proporcionar bienestar a la población, los extremistas intentan por todos los medios desacreditar la política y promover la desconfianza y el descrédito en el Estado. Bajo el lema, 'Democracia Inquebrantable', las autoridades brasileñas están citadas en un acto en el Congreso para recordar el primer aniversario de aquellos ataques del 8 de enero, en los que miles de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro irrumpieron violentamente en la plaza de los Tres Poderes.