El módulo Peregrine se está quedando sin energía rumbo a la Luna tras su exitoso lanzamiento

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Miami, 8 ene (EFE).- La misión comercial estadounidense a la Luna Peregrine, que busca llevar instrumentos de la NASA y de varios países a la superficie lunar, despegó esta madrugada con éxito desde el centro de Florida, pero se está quedando sin energía para llegar a su destino, informó la compañía Astrobotic.

La empresa señaló que su nave espacial Peregrine, con la que ahora ha perdido contacto, ha experimentado una "anomalía" que le ha impedido apuntar sus paneles solares de manera estable al Sol.

Agregó en una nueva actualización que la causa probable es una "anomalía de propulsión que, si resulta cierta, amenaza la capacidad de la nave espacial para realizar un aterrizaje suave en la Luna".

La compañía dice que "la batería de la nave espacial está alcanzando su nivel operativo más bajo" y que perdió la comunicación con ella como se preveía.

"Antes de entrar en un período conocido de interrupción de la comunicación, el equipo desarrolló y ejecutó una maniobra improvisada para reorientar los paneles solares hacia el Sol", indicó.

Después de esta maniobra, "la nave espacial entró en un período esperado de pérdida de comunicación".

La empresa subrayó a través de las redes sociales que la misión, la primera robótica comercial estadounidense a la Luna, no podrá continuar salvo que logren cargar las baterías y mantener un suministro de energía.

La Misión Peregrine Uno (PM1) de Astrobotic se lanzó esta madrugada con éxito sobre el nuevo y poderoso cohete Vulcan Centaur de United Launch Alliance (ULA) desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida.

Astrobotic indicó que después de la activación exitosa de los sistemas de propulsión, el módulo Peregrine entró en un estado operativo "seguro".

Sin embargo, "desafortunadamente se produjo una anomalía que impidió a Astrobotic lograr una orientación estable hacia el Sol", agregó.

La empresa dijo que el módulo, que mide 1,9 metros de alto y 2,5 metros de ancho, se separó de forma exitosa del cohete Vulcan.

En ese sentido ULA comentó que pese a los "problemas con el módulo de aterrizaje", la misión inaugural del cohete Vulcan es "un paso más para volver a llevar humanos a la Luna".

"El Vulcan de ULA lanzó y desplegó con éxito el módulo de aterrizaje lunar Peregrine de Astrobotic", indicó en la red social X.

Por su parte, Astrobotic Indicó que antes del fallo, el módulo de aterrizaje lunar comenzó a recibir telemetría a través de la Red de Espacio Profundo de la NASA.

Agregó que en ese momento los sistemas de aviónica, incluida la unidad principal de comando y manejo de datos, así como los controladores térmicos, de propulsión y de potencia, se encendieron y funcionaron como se esperaba.

La empresa detalló que los ingenieros estaban trabajando en el problema y proporcionarán actualizaciones cuando tengan más información.

El nuevo cohete, de dos etapas, se inauguró hoy con dos cargas útiles: el módulo de aterrizaje Peregrine para la NASA, y otra comercial que incluye las muestras de ADN de tres expresidentes y cenizas de actores de la serie de televisión original Star Trek.

Redacción Ciencia, 8 ene (EFE).- Casi 55 años después de que el hombre pisara la Luna por primera vez, la ciencia acaricia el sueño de desvelar los secretos del satélite más cercano a la Tierra gracias al exitoso lanzamiento esta mañana del cohete Vulcan que contiene el módulo de investigación Peregrine, cuyo aterrizaje lunar está previsto el 23 de febrero.

"Estamos ante un paso de gigante para la humanidad que se prepara para regresar a la superficie lunar por primera vez en más de medio siglo", ha subrayado Bill Nelson, administrador de la NASA tras el despegue del cohete de la empresa estadounidense United Launch Alliance (ULA) a las 2:20 hora local (7:20 GMT) en Cabo Cañaveral (Florida).

El módulo Peregrine, de la empresa Astrobotic, tiene por delante un viaje de 46 días para llegar a la superficie lunar.

La región prevista para el aterrizaje del 23 de febrero se encuentra en la cara oculta de la Luna, conocida en latín como 'Sinus Viscositatis', que en español significaría algo así como bahía pegajosa o viscosa.

Si lo consigue, será la primera vez que EEUU llegue a la Luna desde 1972.

Peregrine es un módulo encargado por NASA, por valor de 108 millones de dólares, a la empresa de Pittsburgh (Pensilvania) Astrobotic Technology, una de las compañías privadas que aspiran a ofrecer un servicio de entrega a la superficie de la Luna.

La nave transporta instrumentos científicos de la NASA como parte de su iniciativa de Servicios Comerciales de Carga Lunar (CLPS, por sus siglas en inglés) cuyo objetivo será el estudio de la exosfera lunar (la capa externa), las propiedades térmicas del regolito lunar (la capa de materiales no consolidados que descansan sobre roca sólida), la abundancia de hidrógeno en el suelo del lugar de aterrizaje y el seguimiento al entorno de radiación.

Esta cinco misiones investigadoras, una de ellas mexicana, ayudarán también a comprender mejor los procesos y la evolución planetaria, buscar pruebas de la existencia de agua y otros recursos, y apoyar la exploración humana sostenible a largo plazo.

"Tenemos tanta ciencia que aprender a través de las misiones CLPS, nos ayudarán a entender mejor, por ejemplo, la evolución de nuestro sistema solar y dar forma al futuro de la exploración humana para el programa Artemis", ha agregado Nelson tras el lanzamiento.

Con Artemis, un programa en el que colaboran EEUU, Europa, Japón y otros países, la NASA pretende llevar a "la primera mujer y el próximo hombre" a la Luna para lograr nuevos descubrimientos científicos y tecnológicos e impulsar la creciente economía espacial comercial.

En esa línea, el administrador de NASA ha subrayado que "estas misiones de alto riesgo no sólo llevarán a cabo nueva ciencia en la Luna, sino que están apoyando una creciente economía espacial comercial".

Un ejemplo de la apuesta por la economía espacial del sector privado es el de la empresa que ha promovido el cohete Vulcan, ULA.

Promovida por las empresas Boeing y Lockheed Martin en 2006, ULA lleva años lanzando cohetes con cargas militares para el Gobierno de Estados Unidos, y prepara cohetes más asequibles, como los 70 que formarán parte del Proyecto Kuiper, una constelación de satélites de comunicaciones para proporcionar internet rápido y asequible a comunidades de todo el mundo.

Descubrir el 'vecino' espacial más cercano a la Tierra está hoy más cerca. "Es un sueño, vamos camino de la Luna", ha dicho John Thornton, el director ejecutivo de Astrobotic, entrevistado en la televisión de NASA tras el lanzamiento.

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