Madrid, 6 ene (EFE).- La princesa Leonor protagonizó hoy un nuevo hito en su trayectoria como heredera al trono de España al participar por primera vez este sábado en la Pascua Militar, la ceremonia castrense de más calado, donde volvió a vestir el uniforme de gala de cadete de la Academia General de Zaragoza.
El Palacio Real de Madrid fue el escenario del solemne acto, en el que la princesa de Asturias, junto a los reyes, coincidió con la cúpula de las Fuerzas Armadas (FAS), la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
Como ya hizo en los actos del 12 de Octubre, la cadete Borbón Ortiz, con el pelo recogido, lució el uniforme caqui del Ejército de Tierra, con pantalón, chaqueta, corbata, boina granate y guantes blancos.
A ello añadió la banda azul celeste por el Collar de la Orden de Carlos III que recibió al cumplir 18 años y jurar la Constitución el pasado 31 de octubre.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, recibió a la familia real a la entrada de la Plaza de la Armería, a la que la princesa llegó en un segundo vehículo oficial, detrás del de sus padres.
Situada a la derecha de Felipe VI, escuchó desde la tarima el himno nacional y la salva de veintiún cañonazos en posición de saludo militar.
Ya sin la boina, la heredera participó en el besamanos con los alrededor de 200 invitados, entre ellos, la ministra de Defensa, Margarita Robles, el del Interior, Fernando Grandes-Marlaska, y el jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad), almirante Teodoro López Calderón.
A los mandos militares, Leonor de Borbón les estrechó la mano mientras se dirigía a ellos con el correspondiente “a la orden” por su condición de oficiales.
En su discurso en el Salón del Trono, Felipe VI se referió al estreno de su hija mayor en la ceremonia que se celebra el Día de la Epifanía, en la que él también debutó en 1986 como cadete a pocas semanas de cumplir 18 años.
El rey expresó “el enorme orgullo” que él y la reina sintieron cuando la princesa juró bandera en la Academia de Zaragoza el 7 de octubre y pasó a formar parte de “la gran familia militar”, dos meses después del comienzo de su formación castrense en Zaragoza (norte de España).
“Sabemos que, además de la gran exigencia que supone, ha tenido una acogida excelente. Y sinceramente, lo agradecemos mucho. Somos conscientes de que la camaradería, la nobleza y la lealtad que encuentra entre vosotros es el mejor incentivo que puede tener en este primer año de formación militar, humanística y técnica”, valoró don Felipe.
La décima Pascua Militar del reinado de Felipe VI vino marcada por las guerras entre Israel y Hamás y la de Ucrania.
El monarca no se refirió a ellas sino que se centró en elogiar la aportación de las FAS a la "defensa del marco de convivencia democráticamente elegido por los españoles" en 1978 y a "la preservación histórica" de España.
"Se convierten en ejemplo de los valores de nuestra sociedad (...) Sois buen reflejo de la nobleza del pueblo español", reivindicó el monarca.
Los asistentes, incluida la familia real, siguieron la ceremonia sentados, en vez de hacerlo de pie como ha sido la costumbre en la ceremonia, instaurada por Carlos III como felicitación al Ejército después de que España recuperara la localidad de Mahón (en la mediterránea isla de Menorca) de manos de los ingleses el 6 de enero de 1782. EFE
Por Carlos Pérez Gil