Cientos de creyentes en Bolivia celebran el Día de Reyes Magos junto a los ritos andinos

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La Paz, 6 ene (EFE).- Cientos de bolivianos conmemoraron este sábado el Día de los Reyes Magos, entre el cumplimiento de los ritos católicos y las costumbres andinas, que para los creyentes en esas tradiciones son algo importante para tener un buen año.

La tradición local manda a las familias que armaron un pesebre o Belén en sus casas lleven el 6 de enero las imágenes del Niño Jesús a los templos para "escuchar misa" y recibir la bendición sacerdotal.

En ese afán, muchos creyentes preparan cuidadosamente las urnas o canastos en los que colocan la imagen de Cristo recién nacido. Las representaciones varían en tamaño, antigüedad y vestuario, pues se les coloca desde atuendos típicos hasta los más decorados.

La ceremonia religiosa concluye con una bendición a las imágenes del Niño Jesús, mientras que en la salida de los templos están los acólitos de la Iglesia que rocían agua bendita a los feligreses.

Una vez fuera, como sucede en el templo de San Francisco en La Paz, comienza otro ritual, pues aguardan decenas de amautas o sabios aimaras que llaman a los creyentes con los repiques de campanillas de mano, mientras avivan el fuego los braseros a los que echan incienso.

"De la misma manera (que los sacerdotes católicos), nosotros hacemos casi el mismo trabajando ungiendo a los niños (imágenes de Jesús) pidiendo por las familias, por la salud, el trabajo y su bienestar", dijo a EFE el amauta Mariano Condori.

Condori viste un atuendo aimara y porta en sus manos un crucifijo, pues se declara creyente de los santos católicos al mismo tiempo que aplica las tradiciones y los rituales andinos.

"Actualmente se mezcla (la tradición), mucha gente tiene esta necesidad de acudir a nosotros y a la Iglesia católica. La gente nos busca y hacemos el trabajo", remarcó.

Para Condori "no es contradictorio" celebrar al mismo tiempo la tradición cristiana y "reforzarla" con una bendición autóctona, aunque admite que existen muchos sabios aimaras que "no creen en Dios".

Juana Quispe Nina, es una mujer amauta, que aplica el sahumerio a las estatuillas del Niño de Jesús de la gente que se lo pide, relató a EFE.

"Nosotros llevamos adelante esta tradición. Primero pedimos al señor Jesucristo, en segundo lugar a la Madre Tierra (Pachamama), porque de ella vienen los alimentos, y también a los apus y achachilas (deidades andinas)", indicó.

La familia de Marcelo, de 30 años, tiene la costumbre de cada año encontrarse en la puerta del templo de San Francisco para luego escuchar la misa y al finalizar registrar en un fotografía ese encuentro, que este año juntó a 10 de sus 30 integrantes.

"Creemos que esta fecha es el inicio para que nosotros podamos tener una buena gestión tanto profesional, espiritual o académica", dijo a EFE.

Irma Villarroel, de más de 70 años, renovó este sábado la tradición familiar de llevar a misa a su Niño Jesús, aquel que su madre le regaló en 1975 y que, según contó, fue hecho en la ciudad peruana de Cuzco.

También la mujer aseguró a EFE que el "Niño Jesús" le hizo muchos "milagros" estos años y que cada 6 de enero se da un tiempo de comprarle "un juguete", que escoge entre las artesanías que venden los comerciantes de Navidad.

Asimismo, Susana de Velasco llevó a misa al que fue el Niño Jesús de su tatarabuelo, que tiene "más de 200 años" y que custodia como un tesoro familiar junto a otras imágenes de menor data.

La celebración del Día de los Reyes Magos, que junta las creencias católicas y andinas, comienza con la primera misa de la mañana y se extiende hasta la última celebración por la noche.

Gabriel Romano

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