Nueva York, 5 ene (EFE).- Los tres Reyes Magos llegaron este viernes con sus camellos al barrio neoyorquino de Harlem, donde desfilaron en una tradicional cabalgata seguida por cientos de personas y que estuvo marcada por la fusión de las culturas latinoamericanas, españolas y africanas.
Tres cabezudos en el papel de Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron su entrada en la Gran Manzana y se desplazaron por las calles de Harlem a ritmo de salsa, interpretada por varias orquestas infantiles de escuelas públicas de la ciudad y el grupo de percusión brasileño Fogo Azul.
El Museo del Barrio fue el organizador de la cabalgata, y aunque se conservaron algunos elementos tradicionales de este día (como la presencia en el desfile de pajes y un par de camellos), sus majestades no llevaban como regalos oro, mirra ni incienso.
"Gaspar lleva un árbol como regalo, representando al bosque, Melchor es el mar y lleva una tortuga, y Baltasar es el cielo de la noche y lleva en sus manos un murciélago que en sus alas ilustra el cosmos y las estrellas", explicó a EFE Chris Moffet, el creador de los trajes.
Además, cada rey lucía una vestimenta distinta e inspirada en personajes emblemáticos de la comunidad española (el escritor Miguel de Cervantes), taína del Caribe (la poeta Anacaona) y africana (el historiador Arturo Schomburg), según Helena Vidal, trabajadora del museo.
Tras los cabezudos, hechos con papel maché y diseñados hace diez años por la mexicana Polina Porras, una carroza llevaba a otros dos reyes magos humanos (el tercero no pudo acudir al evento) a los que acompañaban cinco madrinas, cinco padrinos y un hombre disfrazado de camello.
Desde la carroza, uno de los reyes ondeaba una pequeña bandera de Palestina, en una muestra de solidaridad con el pueblo palestino que se ha visto en otros eventos multitudinarios y familiares en Nueva York, como el Desfile de Acción de Gracias.
Pero la verdadera protagonista del desfile fue la música, y seguían a sus majestades varios pajes que desde sus carrozas cantaban canciones en su mayoría cubanas y puertorriqueñas, así como artistas garífunas (descendientes de africanos y aborígenes caribes) que animaban el desfile con bailes y ritmos típicos de su comunidad.
La cabalgata desfiló este año bajo el lema "Tradiciones: Manteniendo vivas nuestras historias" y reivindicó las costumbres de la comunidad latinoamericana, muy presente en la ciudad: "Es una manera de mantener vivas nuestra identidad y las tradiciones de toda Latinoamérica", expresó a EFE el director del museo, Patrick Charpenel.
"El desfile es una estrella que nos guía a la comunidad para crecer, estar más unidos y borrar nuestras diferencias", añadió Charpenel.
Alicia Sánchez Gómez