La Habana, 5 ene (EFE).- Cuba criticó este viernes de su inclusión en una lista negra elaborada por Estados Unidos en la que aparece nuevamente entre un grupo de países a los que el Gobierno de Washington considera que violan la libertad religiosa.
"Reiterada inclusión de Cuba en informes unilaterales de terrorismo, DDHH y libertad religiosa de gobierno EEUU no está vinculada con desempeño ejemplar de nuestro país", escribió en la red social X (antes Twitter) el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez.
El canciller cubano señaló que la decisión de Estados Unidos "responde a (la) necesidad de justificar sus medidas inhumanas de cerco y guerra económica contra (el) pueblo cubano".
En el listado publicado en esta fecha, el Departamento de Estado norteamericano volvió a incluir a Cuba y Nicaragua, entre otros países como Rusia y China.
Además figuran Birmania, Corea del Norte, Pakistán, Arabia Saudí, Irán, Tayikistán y Turkmenistán, los mismos del año pasado.
Los Gobiernos en estos países han "participado o tolerado violaciones particularmente graves de la libertad religiosa", según el parecer de Washington.
También mantuvo a varios grupos que tienen control territorial, como los talibanes en Afganistán, los hutíes en el Yemen, Boko Haram en Nigeria, Al-Shabaab en Somalia, la Organización para la Liberación del Levante en Siria o varios afiliados del Estado Islámico y Al Qaeda en África.
En su comunicado, Washington dijo que los gobiernos que figuran en la lista "deben poner fin a abusos como los ataques contra miembros de comunidades religiosas minoritarias y sus lugares de culto, la violencia comunitaria y los prolongados encarcelamientos por expresión pacífica".
"Los desafíos a la libertad religiosa en todo el mundo son estructurales, sistémicos y profundamente arraigados", agregó.
El Gobierno estadounidense confecciona anualmente la lista de países del mundo que cometen "violaciones graves a la libertad religiosa", como torturas, detenciones y desapariciones forzadas de personas por sus creencias en virtud de la ley de Libertad Religiosa Internacional de 1998.