Tokio, 4 ene (EFE).- Los equipos de rescate protagonizaron hoy una carrera contrarreloj para encontrar a los que probablemente sean los últimos supervivientes del terremoto que sacudió el lunes el centro de Japón y que ha dejado al menos 84 muertos y 179 desaparecidos.
La prefectura de Ishikawa, en la franja occidental del centro de la isla de Honshu (la principal del país), fue donde se produjo el seísmo y a día de hoy concentra los principales daños y todos los fallecidos y desaparecidos reportados por las autoridades locales.
Localidades como Wajima (27.000 habitantes ) o Suzu (14.000) fueron hoy el principal foco de militares y equipos de rescate, puesto que hoy se cumplieron 72 horas (el plazo tras el cual se considera muy difícil hallar a supervivientes enterrados bajo los escombros) desde el temblor de 7,6 grados que tuvo su epicentro a pocos kilómetros de ambas urbes.
A ultima hora de tarde, el servicio de bomberos publicó un vídeo con el rescate de una mujer de unos 80 años de una casa derrumbada en la ciudad costera de Wajima, las más afectada, pasadas las 72 horas después del terremoto que tuvo lugar el lunes a las 16.10 hora local (7.10 GMT).
El primer ministro nipón, Fumio Kishida, pidió hoy "el máximo esfuerzo" para tratar de hallar personas con vida en esta región.
Wajima por sí sola suma 48 fallecidos y 93 desaparecidos, mientras que 23 perdieron la vida en Suzu y 68 de sus vecinos siguen en paradero desconocido.
Los problemas de acceso son el otro gran problema para los rescatadores y la población, ya que solo en estos dos municipios hay 750 personas aún incomunicadas debido a que el terremoto, que llegó a levantar el suelo provocando desniveles de cuatro metros, ha destruido infinidad de carreteras y caminos.
Un navío militar ha logrado desembarcar maquinaria pesada en Wajima para que se empiecen a reparar estas vías, según informó la agencia Kyodo.
Los expertos han alertado además de réplicas durante toda esta semana y la siguiente que podrían ser de gran intensidad, además de advertir que las lluvias que están azotando la zona podrían provocar deslizamientos de tierra y dificultar aún más las tareas de rescate.
A día de hoy el número de heridos supera en Ishikawa los 300, entre lesiones graves y leves, al tiempo que en toda la prefectura, donde se calcula que se derrumbaron más de 200 construcciones, permanecen en centros de evacuación unas 34.000 personas.
El hecho de que el terremoto se produjera durante el 1 de enero, cuando mucha gente se había desplazado a la región para celebrar con su familia el Año Nuevo, ha supuesto que haya más personas evacuadas de las normalmente estimadas por las autoridades locales y reportes de la cadena NHK hablan de escasez de comida, agua o ropa de abrigo en algunos refugios.
Hasta este jueves unos 2.000 efectivos de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) han sido desplegados en la región, además de 22 aviones y ocho barcos para las actividades de rescate y recopilación de información de daños, el doble de los recursos que se desplegaron en un inicio.
El Ejecutivo japonés ha dicho que hará uso de unos 4.000 millones de yenes (unos 28 millones de dólares) de fondos de emergencia para incrementar la ayuda en Ishikawa, lo que incluye duplicar el actual despliegue de miembros de las Fuerzas de Auto Defensa hasta los 4.600 efectivos.
El terremoto que golpeó la península de Noto -una zona en la que se sabe que hay fallas activas- el lunes y tuvo su epicentro a 30 kilómetros al noreste de Wajima, alcanzando el nivel 7 en la escala cerrada de 7 japonesa, que se centra en el poder destructivo del temblor.
La Agencia Meteorológica de Japón (JMA) considera que en un temblor de rango 7 es imposible mantenerse en pie y que solo es posible moverse si uno se arrastra por el suelo.
Este seísmo, el más devastador en Japón desde el de 2016 en la prefectura de Kumamoto (que dejó más de 200 muertos), es el primero de nivel 7 en registrarse en el país desde 2018, cuando un seísmo alcanzó dicho rango en una zona muy poco poblada de la isla de Hokkaido.
El temblor del lunes obligó a activar durante horas una alerta por tsunami de la máxima categoría (aquellas que se implementan cuando se prevén olas de más de tres metros), la primera vez que esto sucede en el país desde el terremoto de 9 grados Richter que golpeó el noreste del país en 2011.
Aquel temblor deparó un tsunami que dejó más de 20.000 muertos y provocó la fusión parcial de tres reactores en la central nuclear de Fukushima Daiichi, el peor desastre atómico desde el de Chernóbil (Ucrania) en 1986. EFE
Tokio, 4 ene (EFE).- Las autoridades locales de la prefectura japonesa de Ishikawa, la más afectada por el seísmo de magnitud 7,6 de este lunes, confirmaron hoy que hay 79 personas que todavía permanecen desparecidas en un momento en que ya se han cumplido 72 horas desde el seísmo, un lapso clave para hallar supervivientes.
Las localidades con más desaparecidos son dos de las más golpeadas por el temblor: Wajima, donde se desconoce el paradero de 36 personas, y Suzu, con 32 ciudadanos en paradero desconocido, según información de ayuntamientos de Ishikawa recopilada por el diario nipón de mayor tirada, el Mainichi.
El terremoto de magnitud 7,6 que sacudió el lunes la costa occidental del centro de Japón ha dejado al menos 78 muertos, y en las últimas horas, los ayuntamientos han multiplicado también los dispositivos de rescate antes de que se alcanzara el plazo de las 72 horas, tras el cual resulta casi imposible encontrar a personas con vida.
La Guardia Costera japonesa se encuentra también buscando desde hoy con un avión y una lancha a personas que pudieron ser arrastradas por el tsunami que fue provocado por el terremoto, tras recibir un informe de testigos.
Los expertos han alertado además de réplicas durante toda esta semana y la siguiente que podrían ser de gran intensidad, además de las lluvias que están azotando la zona y que podrían provocar deslizamientos de tierra y dificultar también las tareas de rescate.
En Wajima, una de las localidades más afectadas, 44 personas fallecieron, mientras que 23 lo hicieron en Suzu, 5 en la ciudad de Nanao, 2 en Anamizu, 2 en Noto y una persona en Hakui y otra en Shiga.
Hasta este jueves, unos 2.000 efectivos fueron desplazados a esta prefectura, además de 22 aviones y ocho barcos para las actividades de rescate y recopilación de información de daños, el doble de los recursos que se desplegaron en un inicio.
El terremoto que golpeó la península de Noto -una zona en la que se sabe que hay fallas activas- el lunes, tuvo su epicentro a 30 kilómetros al noreste de Wajima y alcanzó el nivel 7 en la escala cerrada de 7 japonesa, que se centra en el poder destructivo del temblor.
Este seísmo, el más devastador en Japón desde el de 2016 en la prefectura de Kumamoto (que dejó más de 200 muertos), es el primero de nivel 7 en registrarse en el país desde 2018, cuando un seísmo alcanzó el nivel 7 en la isla de Hokkaido.