Ciudad de Guatemala, 3 ene (EFE).- El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, indicó este miércoles a EFE que la primera acción que tomará al asumir el poder el 14 de enero será revocar decretos "irresponsables" y "absurdos" del Gobierno saliente del mandatario, Alejandro Giammattei.
"Para garantizar transparencia, tenemos que revocar algunos decretos irresponsables que realizó este Gobierno en sus últimos días de mandato", declaró Arévalo de León a EFE durante una entrevista en su oficina, cuando faltan 11 días para que sea investido como mandatario para el periodo 2024-2028.
A criterio de Arévalo de León, el presidente Giammattei le entrega un poder Ejecutivo "terriblemente debilitado" porque "la corrupción no solo roba el dinero" sino que "atrofia las instituciones".
El presidente electo calificó como "absurda" la decisión de Giammattei de crear un decreto, a finales de diciembre pasado, para otorgar seguridad y vehículos a su círculo cercano de su Administración durante los próximos cinco años.
"Son más de 80 vehículos y 700 personas de seguridad para un conjunto de funcionarios salientes, y hacer esto es absolutamente inviable", criticó el gobernante electo.
Durante su mandato (2020-2024), el presidente Alejandro Giammattei fue señalado por analistas y organizaciones sociales como responsable de la continuidad del deterioro del Estado de derecho y la democracia en el país centroamericano.
Arévalo de León, quien ganó de forma sorpresiva las elecciones el pasado 20 de agosto, reconoce como un primer gran reto hacer que "las instituciones públicas respondan a las necesidades de la población y recuperar la capacidad ejecutiva".
Al consultar su opinión sobre la actitud del presidente Giammattei durante el actual proceso de transición, en el que la Fiscalía de Guatemala intentó anular su victoria electoral, Arévalo de León se limitó a indicar que el pueblo de Guatemala es el responsable de "calificar su gestión".
Arévalo de León, de 65 años, es hijo del expresidente Juan José Arévalo Bermejo (1945-1951), a quien se le reconoce como responsable de grandes avances democráticos en el país, que permanecen vigentes en la actualidad, y cuyo Gobierno recibió decenas de intentos de golpe de Estado.
El presidente electo dijo que a partir de su investidura el próximo 14 de enero, tomará como ejemplo de su padre "el compromiso de realizar un servicio público con decencia y con el objetivo de generar cambios tangibles en las condiciones de vida de la población".
Arévalo de León vivió el proceso de transición más polémico de la historia de Guatemala ya que desde el 12 de julio pasado, la Fiscalía ha intentado de diversas formas anular su victoria e incluso inició procesos penales para intentar evitar su asunción.
David Toro Escobar
Ciudad de Guatemala, 3 ene (EFE).- El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, aseguró este miércoles a EFE que quienes intentan un golpe de Estado "están desesperados" a 11 días de su investidura.
"Los golpistas van a seguir intentando cualquier cosa, pero están desesperados. Saben que se les termina el control y saben que vamos a iniciar a exponer las cosas que han hecho en sus cargos", indicó Arévalo de León durante una entrevista con EFE en su oficina.
Sobre la incertidumbre que ha existido en los últimos meses por un posible golpe de Estado, el presidente electo respondió que "no hay lugar a dudas" al respecto, y que las recientes resoluciones de la Corte de Constitucionalidad, máximo tribunal del país, son contundentes en cuanto a la defensa de la decisión expresada en las urnas el año pasado.
El 1 de septiembre pasado, Arévalo de León acusó públicamente a la jefa del Ministerio Público (Fiscalía), Consuelo Porras, de estar detrás de un intento de "golpe de Estado" para evitar que asuma la presidencia el 14 de enero.
"Yo espero que Consuelo Porras renuncie el día que yo tome posesión y se lo voy a reiterar", enfatizó este miércoles Arévalo de León, al ser cuestionado sobre cómo visualizaba el escenario de Gobernar con Porras aún al mando de la Fiscalía.
Las acciones de la Fiscalía, que incluyeron el secuestro de resultados electorales y acusaciones penales contra Arévalo de León, provocaron que durante más de tres meses los pueblos indígenas del país centroamericano se manifestaran y evitaran que el golpe de Estado tuviera éxito.
A criterio del presidente electo, Guatemala "está en deuda" con los pueblos indígenas que se pusieron "a la cabeza de una resistencia al golpe de Estado y de rescate de la democracia. También se sumaron distintos sectores que aportaron, a su manera, en contra de los intentos de las instituciones cooptadas".
El proceso de transición de Arévalo de León al poder ha sido inédito, debido al acompañamiento internacional que ha recibido de parte de entidades como el Gobierno de los Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA).
La expectativa de la población guatemalteca sobre el Gobierno entrante recae principalmente en la capacidad que Arévalo de León demuestre para cumplir su promesa de atacar frontalmente la corrupción y detener el deterioro democrático que el país ha sufrido en las últimas administraciones públicas.
"Combatir la corrupción es lo más trascendental porque es la causa por la que estamos en la cola de los índices de desarrollo de la región y tenemos que rescatar las instituciones públicas", concluyó el presidente electo.