Zagreb, 30 dic (EFE).- Decenas miles de ciudadanos se manifestaron hoy en el centro de Belgrado contra el supuesto fraude electoral en las elecciones del 17 de este mes del que acusan al presidente populista, Aleksandar Vucic, en el poder desde 2012.
Las protestas organizadas por la oposición o estudiantes han sido diarias desde el día poselectoral, y hoy han sido convocadas por la influyente iniciativa cívica ProGlas (ProVoto, en serbio), bajo el lema “No aceptamos”.
“No aceptamos el falseamiento de la voluntad electoral, no aceptamos la invalidación de la democracia y del imperio de la ley y no aceptamos el nacimiento de una autocracia desnuda en Serbia”, explicaron portavoces de la iniciativa durante la protesta, transmitida en directo por la emisora serbia N1.
“Vucic ladrón!”, "Ladrones" “!Abrid el censo electoral!”, "Pedimos Justicia", "Para Año Nuevo quiero libertad", "Esto es nuestro país" son algunos de los lemas coreados cada tanto por los manifestantes o escritos en sus pancartas.
La iniciativa ProGlas, así como la coalición opositora "Serbia contra la violencia" (SPN) y más de una veintena de ONGs por los derechos humanos piden la anulación de las elecciones legislativas y locales celebradas este mes, y su repetición dentro de unos seis meses, pero en condiciones de igualdad, democracia y transparencia.
Piden también la revisión independiente de las irregularidades denunciadas, con mediación internacional.
“Estas elecciones deben ser anuladas” declaró ante los manifestantes una líder opositora, Marinika Tepic, agotada porque lleva 14 días en huelga de hambre en protesta contra el supuesto fraude electoral.
Su compañero Radomir Lazovic añadió que “las elecciones han sido robadas, por lo que demandamos su repetición en condiciones justas, con censo electoral regulad y sin electores ficticios".
A la protesta de hoy se unieron estudiantes que habían organizado un bloqueo de 24 horas desde el mediodía de ayer de una arteria principal de Belgrado para demandar la publicación y revisión del censo electoral.
En los comicios del 17 de diciembre pasado se votó un nuevo Parlamento nacional, y al mismo tiempo los nuevos órganos de poder municipales en 65 ciudades, entre ellas Belgrado.
A nivel nacional, el Partido Progresista Serbio (SNS) del presidente Vucic se impuso con el 47 % de los votos, el doble que el apoyo obtenido por SPN, que por un escaso margen perdió también en la capital, donde esperaba ganar la alcaldía.
Numerosas irregularidades en el proceso electoral han sido denunciadas también por los observadores de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), del Parlamento Europeo y la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, así como por Transparency International.
Estas entidades criticaron la dominación de Vucic en los medios, la difamación de la oposición, el abuso de los recursos públicos, así como presiones sobre los votantes, incluida la compra de votos.
Las ONGs serbias aseguran que las listas electorales fueron manipuladas para posibilitar una masiva “migración de votantes” dentro del país y desde la República Srpska de Bosnia para que votaran por el SNS en las elecciones locales.
Indignación especial causaron columnas de autobuses con votantes desde la República Srpska bosnia e incluso fotos que funcionarios estatales serbobosnios colgaban por las redes sociales sobre cómo votaban en Belgrado y otras ciudades.
Vucic rechazó las acusaciones como totalmente infundadas, y la primera ministra, Ana Brnabic, agradeció al servicio inteligencia ruso por haberle advertido de que la oposición supuestamente preparaba desde antes de las elecciones organizar desordenes para derrocar el gobierno legal.
Las instituciones han aceptado algunos pocos recursos, de forma que la votación se repite hoy en 35 del total de 8.300 colegios electorales en el país, lo que la oposición considera totalmente inadecuado, por lo que boicotea el proceso.
Después de varios discursos de representantes de ProGlas, opositores y activistas jóvenes, los manifestantes iniciaron una marcha por la ciudad hasta el Tribunal Constitucional, al que van a pedir también la repetición de las elecciones.