Rabat, 25 dic (EFE).- El Gobierno marroquí otorgó hasta noviembre de este año un total de 609 licencias para el cultivo, transformación, comercio y exportación del cannabis, tras la legalización en 2021 del cultivo de esta planta en el país magrebí para usos farmacéuticos e industriales.
Según informó a EFE una fuente de la Agencia Nacional de Reglamentación de las Actividades Relativas al Cannabis (ANRAC, el organismo que controla el cultivo de esta planta, de la que deriva el hachis y la marihuana), la agencia estudió un total de 1.063 solicitudes, de las cuales autorizó estos 609.
Casi los dos tercios de estas licencias (430) fueron entregadas a los agricultores para las tareas de cultivo y producción.
Del resto se beneficiaron 82 operadores entre ellos cooperativas, establecimientos farmacéuticos, empresas y personas físicas.
Se trata de 51 licencias que fueron dedicadas a las actividades de comercialización, 47 para actividades de transformación para fines industriales, y el resto para las actividades de importación de semillas, transporte, transformación para fines médicos y exportación.
ANRAC otorgó en 2023 la certificación de 2,1 millones de semillas de cannabis (que cumplen los criterios legales requeridos con la proporción de tetrahidrocannabinol o THC menos un 1%) que fueron importadas vía 21 licencias entregadas a su vez por la Oficina Nacional de Seguridad Sanitaria de Productos Alimentarios (ONSSA).
Estas semillas cubrieron una superficie de 277 hectáreas cultivadas por cooperativas que agrupan 416 agricultores.
La misma fuente explicó que la producción de cannabis en 2023 en las tres provincias de Alhucemas, Chauen y Taunat -donde fue legalizada esta actividad por ser las zonas donde históricamente se cultivó esta planta- alcanzó 294 toneladas, con un rendimiento medio de 1 a 2,7 toneladas por hectárea.
Uno de los agricultores que se beneficiaron de estas licencias, Aissam el Merzouki, explicó a EFE por teléfono que está contento con la legalización de la actividad porque eso le permitió "trabajar libremente y sin miedo de ser arrestado por las autoridades".
Merzouki creó junto a su padre y otras tres personas una cooperativa para el cultivo y producción del cannabis en una superficie de 5 hectáreas en la comarca de Taberrant, en la provincia de Alhucemas.
No obstante, Merzouki reconoce que en este primer año en legalidad no obtuvieron grandes beneficios financieros a causa del tipo de semillas que se les entregó que no tuvo un gran rendimiento, además de que se les fue suministrada "tarde y en forma de plántulas".
Añadió que se les prometió darles el año que viene semillas de mejor calidad, al tiempo que pidió que las autoridades les facilite el acceso al agua para el riego.
El Parlamento marroquí aprobó en junio de 2021 una ley que regula por primera vez los usos terapéuticos e industriales de la planta del cannabis pero castiga su uso "recreativo. En marzo de 2022, el Gobierno dio forma a esta regularización con la aprobación de un decreto que determina el cultivo en las tres provincias norteñas.
Según un informe del Ministerio de Interior presentado recientemente ante el Parlamento, la superficie destinada al cultivo del cannabis ilegal en el país bajó un 77 % pasando de 134.000 hectáreas en 2003 a 29.557 hectáreas en 2023. EFE
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